El director médico de Moderna, Tal Zaks, nacido en Israel y graduado de la Universidad de Ben-Gurión del Negev, anunció que dejará su cargo como CMO de la empresa estadounidense de biotecnología.
Por: Calcalist y Aurora
“Cuando decidí ser oncólogo, nunca imaginé que sería responsable del desarrollo de una vacuna para la peor pandemia de nuestro tiempo, ni a dónde llegaría el precio de las acciones de Moderna”, expresó Zaks en una entrevista para el medio israelí Calcalist. “Cuando llegué a la empresa hace seis años, ni siquiera tenía un solo producto en las etapas de ensayo clínico”, señaló.
“Hice lo que quería hacer, y ahora es el momento de avanzar, disfruto de la innovación”, remarcó el especialista israelí: “Lo que me interesó de Moderna desde un comienzo fue la capacidad de demostrar que la tecnología de ARN funciona”.
Zaks empezó a trabajar en la compañía antes de que comience a cotizar en bolsa, y la deja con cerca de 50 millones de dólares en su bolsillo. El precio de las acciones de Moderna se multiplicó por ocho desde el comienzo de la pandemia.
“Espero que después de mi partida pueda pasar más tiempo en Israel, pero profesionalmente supongo que me quedaré en Estados Unidos, porque este es el centro del mundo biotecnológico, y tengo más capacidad de ser influyente desde acá”, precisó el profesional.
¿Cómo empezó su carrera en Moderna?
Zaks se graduó de la facultad de medicina de la Universidad Ben-Gurion del Negev y es especialista en oncología. “Hace seis años, Moderna solo realizaba ensayos en animales y cuando Stéphane Bancel (director ejecutivo de la compañía) me ofreció un trabajo en la empresa, le pregunté por qué necesitaba un oncólogo y no un epidemiólogo, ya que pensé que el primer uso del ARN sería en vacunas. Pero dijo que estaban buscando a alguien que fuera capaz de ver el panorama general y no un campo específico.
De hecho, las vacunas entraron en ensayos clínicos por primera vez en el año 2015. Sin embargo, Moderna llevó a prueba más productos que cualquier otro biomed, y esa era su responsabilidad. “Fueron años increíbles”, señaló Zaks. El especialista recalcó la importancia de acumular más datos sobre los efectos secundarios de las vacunas basadas en ARN, ya que hasta hasta ahora hay muy pocas. Una vez que esto suceda, más vacunas nuevas que utilizan esa tecnología ingresarán al mercado.
“El Covid-19 puso al ARN en el mapa y aumentó la certeza del éxito”, puntualizó el experto.