El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que las crecientes tensiones entre Israel y el grupo terrorista chií libanés Hezbollah “agrandan el riesgo de un error de cálculo y una escalada que desemboque en un conflicto”.
El líder de ONU instó a las partes, que se han enfrentado en una guerra abierta, en 2006, a “ejercer la contención todo el tiempo” y “evitar declaraciones inflamatorias”.
Guterres destacó las afirmaciones de que los envíos de armamentos avanzados al grupo terrorista libanés “continúan de forma regular”. Aunque señaló que la ONU “no está en posición de confirmarlo independientemente”.
El Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) estima que los terroristas de Hezbollah cuentan con un arsenal de entre cien mil y ciento veinte mil misiles de corto y mediano alcance más otros cientos de misiles de largo alcance. Con todo ese arsenal apuntando a Israel, Hezbollah es la amenaza principal que enfrenta el Estado judío.
Las tensiones han crecido a raíz de la rivalidad entre Irán y Arabia Saudita, que se traduce no solamente en el Líbano sino también en Siria y Yemen. Irán se ha convertido en una potencia regional chií; en cambio Arabia Saudita intenta liderar a los países árabes sunitas.
Israel ha denunciado que Irán utiliza a Hezbollah para acrecentar su dominio en la región, y ha llevado a cabo alrededor de un centenar de ataques aéreos en Siria contra los depósitos y convoyes de armas destinados a Hezbollah.
El jeque Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, ha negado el envío de armas a Yemen, Bahréin y Kuwait; sin embargo, ha aseverado que está orgulloso de haber despachado misiles antitanque Kornet (de fabricación rusa) para el grupo terrorista islámico palestino Hamás, que controla la Franja de Gaza.
“Además, en Siria, estamos usando nuestro propio armamento”, aseguró Nasrallah.
Fuente: Aurora