El esfuerzo israelí por obstaculizar todo riesgo de infiltraciones al territorio del sur del país por túneles subterráneos, fue producto directo de la amenaza con la que tuvo que lidiar, que se hizo especialmente notoria en la guerra de 2014. Ya en el 2006, terroristas de Hamas lograron irrumpir a territorio israelí por un túnel cavado desde Gaza por el que se adentraron a la zona de Kerem Shalom, mataron a dos soldados y secuestraron a Guilad Shalit.
Por: Ana Jerozolimski, Semanario Hebreo Jai
Fotos de los túneles : Dover Tzahal
Nunca hubo duda alguna: túneles que se originan en Gaza y cruzan la frontera con territorio israelí, no pueden tener ninguna otra intención que no sea perpetrar atentados en Israel.
En la guerra del 2014, el ejército israelí descubrió y destruyó 32 túneles, algunos de los cuales sirvieron a Hamas para atacar dentro de territorio israelí. De ellos, 14 ya tenían salida en Israel y los otros estaban en camino. Siete fueron descubiertos a raíz de infiltraciones ya concretadas, de hombres de Hamas que salieron, armados, del lado israelí, durante la guerra. Todos fueron neutralizados del lado de Gaza .
Cada vez que era neutralizado un túnel, la población civil israelí residente en la zona lindante con Gaza estaba segura de que los palestinos ya habían alcanzado a cavar más túneles que aún no habían sido descubiertos. “Durante las noches, muchas veces oíamos martilleos y ruidos raros bajo nuestros pies y luego entendimos”, nos había dicho ya años atrás Gisele, una de las habitantes del kibutz Ein Hashlosha, al hallarse un túnel en los campos del lugar.
Pablo Lefler, uno de los agricultores que trabaja en los campos hasta la frontera con Gaza, recordaba claramente cuando algunos de sus compañeros descubrieron un túnel mientras preparaban la tierra para sembrar maní. “Al paso del tractor con el arado se abrió un pozo extraño donde había pasado el tractor, y resulta que el pozo ese era un respiradero del túnel. Así se encontró el túnel.Y te diré que el último túnel hallado sirvió para los trabajos experimentales que diversas compañías hicieron con sus equipos electrónicos para detectar bien lo que pasa a 15, 20 metros de profundidad.”, nos dijo Pablo en su momento. “Ahora estamos más tranquilos porque el ejército nos ha explicado sobre el obstáculo subterráneo y vemos los éxitos de la nueva tecnología para descubrir túneles. Al mismo tiempo, no podemos dejar de estar alertas. Las soluciones tecnológicas nunca son absolutas y en cuanto al obstáculo, llevará tiempo hasta que llegue a nuestra zona”.
Pero el tiempo transcurrió y el obstáculo está terminado, para tranquilidad de la población local.
En su momento, poco después de hallado aquel túnel en los campos de Ein Hashlosha, pudimos adentrarnos en él con permiso del ejército. Se podía caminar casi erguido en su interior, siendo notorio en las paredes del túnel el sistema de comunicación, iluminación y ventilación instalado por Hamas.
El gran desafío de Israel era librar esta guerra subterránea sin que ello derivara en una nueva escalada, que podría estallar al comprobar Hamas que estaba perdiendo definitivamente una de sus grandes inversiones bélicas contra Israel. Khalil el-Hayya, uno de los dirigentes de Hamas en Gaza, declaró en junio del 2015 que “seguimos invirtiendo nuestros esfuerzos en cavar más túneles” , afirmando que “son el arma más poderosa en manos de Hamás”.
Y en efecto, Hamas dedicó a lo largo de los años numerosos recursos económicos y humanos a los túneles. Cavaban allí constantemente, en dos turnos de hasta doce horas- avanzando generalmente entre 10 y 15 metros por día-, usando en muchos casos a niños, por su tamaño.
Según fuentes israelíes, entre el 2013 y el 2017 murieron 160 niños en los túneles, además de otros adultos, tanto de Hamas como traídos de afuera para cavar, al desmoronarse. No disponemos del dato actualizado, pero desde entonces es indudable que han muerto otros palestinos en los túneles, uno de ellos hace pocos días.
En los primeros 10 años desde que Hamas tomó el poder-entre el 2007 y 2017- gastó 120 millones de dólares en los túneles hacia Israel. “Con ese dinero habría podido construir 1500 casas y 3 plantas industriales para proveer a Gaza de agua limpia y habría podido tener 24 mil camas en hospitales”, declaró en su momento el diplomático israelí George Deek, que proporcionóla información. Deek es hoy el Embajador de Israel en Azerbaijan.
Para la población civil, el tema fue durante años motivo de gran preocupación. La pesadilla de imaginar a alguien saliendo de abajo de la tierra, quizás en medio de un jardín de infantes o del comedor de un kibutz, es indescriptible.
Según fuentes militares israelíes, el costo promedio de cada túnel, es de 3 millones de dólares, o sea que en total, lo que Israel alcanzó a destruir durante la guerra, asciende a casi 100 millones de dólares.
No es difícil entender que se trata de una suma importante, que podría haber aportado considerablemente a la población civil palestina de Gaza, si hubiera sido usada para fines positivos, no para el terrorismo. Cada túnel equivale a un promedio de 350 camiones de materiales de construcción que Israel introduce a Gaza. Según un cálculo hecho por COGAT, la unidad de enlace del ejército israelí que se ocupa de todo lo relacionado al vínculo con la población civil-y que entre otras cosas coordina la entrada de mercaderías de Israel a Gaza- con lo destinado a cada túnel, se puede construir 86 viviendas o 7 mezquitas o 6 escuelas o 19 clínicas médicas. El cemento usado para los túneles, provenía de Israel, lo cual quedó confirmado por los cientos de bolsas halladas en los propios túneles .
A este daño a la población civil-desde el punto de vista que esas sumas no fueron invertidas en su bienestar- se agrega el causado por el hecho que los túneles, todos, se originaban en instalaciones civiles: casas de familia, mezquitas, clínicas y demás.
Y la gran pregunta, durante años, era cuántos túneles más estaban debajo de los pies de la población, esperando ser descubiertos—o usados. Ahora, el enorme obstáculo cuya construcción acaba de terminar, neutralizará la amenaza y agregará tranquilidad a la población israelí.