Jonathan Peled (se pronuncia Ionatan) (61), tiene en su haber ya décadas en el servicio exterior de Israel al que ingresó en 1992. Eran los tiempos previos al proceso de paz entre Israel y los palestinos. Mucha agua ha corrido desde entonces en la región. Desde sus distintas responsabilidades, Peled ha estado siguiendo la evolución geopolítica que incide directamente sobre la vida de Israel. Y lo ha explicado en sus distintos destinos. Su primer cargo en el exterior fue en la Embajada de Israel en Buenos Aires, Argentina, volviendo al continente años después como embajador en El Salvador y luego en México. Pero conoció también otros lares, con puestos destacados como embajador en Australia, portavoz de la Cancillería en Jerusalem y portavoz de la embajada de Israel en Washington, además de un destino también en Turquía.
Fuente: Semanario Hebreo Jai
Desde hace aproximadamente un año es el Director General Adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel para América Latina y es con esa responsabilidad sobre los hombros que lo entrevistamos esta vez.
P: Nos vimos recientemente en la embajada de Uruguay ya que el embajador Bernardo Greiver tuvo esa linda idea de lanzar las celebraciones por los 75 años de relaciones entre Uruguay e Israel, ¿Qué te inspira este tema?
R: La relación con Uruguay evoca mucha emoción, la verdad, siendo el primer país de Sudamérica que reconoció al Estado de Israel, y, por supuesto, por la gran gestión que hizo el embajador Dr. Enrique Rodríguez Fabregat en la resolución de partición de novimebre de 1947. Uruguay tiene una comunidad judía muy importante. Y es el país que recibió de hecho al primer embajador de Israel en el continente, Yaakov Tsur, un país realmente muy amistoso, con un gran afecto por Israel. No exagero si digo que Uruguay es un país al que amamos, así que festejar los 75 años de la relación con Uruguay para mí es una gran cosa.
P: No puedo evitar, lamentablemente, plantearte el tema del comunicado publicado días atrás por la Cancillería uruguaya a raíz del atentado en Jerusalem, comunicado en el cual la impresión que se lleva quien lo lee, a mi entender-y no sólo mío por cierto- es que casi se puso al mismo plano ese atentado y el operativo anti-terrorista llevado a cabo el día antes en el campamento de refugiados Jenin. Estimo que lo habrás leído. ¿Tienes algo que comentar al respecto?
R: La verdad es que esperábamos de un país amigo de Israel como Uruguay un comunicado diferente, no el comunicado decepcionante que mencionas.
P: Sabemos que años atrás hubo épocas con altibajos, de votaciones que dolieron mucho a Israel. En el camino de las relaciones diplomáticas entre los países es sabido que hay, por cambios de gobierno, distintos encares. ¿Cómo se lidia con eso, cuando de fondo está claro cuál era la tradición uruguaya respecto a Israel, pero en el medio hay momentos problemáticos?
R: La relación al final es entre dos países, dos naciones, dos pueblos, y a veces hay diferencias entre los gobiernos. Creo que al final la amistad, los intereses y los valores comunes son los que se imponen. Lo hemos visto lamentablemente con muchos países en el mundo, con los cuales tenemos una excelente relación bilateral pero que no necesariamente se refleja en la relación multilateral o en los foros internacionales. Es un desafío constante que tenemos, pero al final, como decía, los intereses, los valores y la amistad entre ambos pueblos es más grande y más fuerte.
P: ¿Cómo evalúas el hecho de que el presidente Lacalle Pou haya cambiado, por supuesto para bien, las votaciones internacionales? Si bien no es que pasó a votar siempre con Israel, el cambio de “en contra” a abstención también es considerado una mejoría, ¿verdad?
R: Si, el cambio se alinea también con la posición ideológica-política de un partido, de un presidente. En este caso, siendo el presidente de un partido de centroderecha, nos favorece, creo que es más fácil para un gobierno de esta índole votar más en favor de Israel. Para nosotros, por supuesto, es una noticia muy importante, nos alegra mucho que el presidente sea un gran amigo del Estado de Israel y que considere votar de una manera más balanceada y quizás un poco más a favor de Israel, porque el tema de las votaciones internacionales que pretenden aislarnos, es un problema.
P: Quienes promueven esas resoluciones no logran dejar a Israel aislado, pero lidiar con esa situación es todo un desafío, nada sencillo.
R: Así es. Se actúa en una forma injusta y tendenciosa con Israel en la ONU, donde se trata de señalarnos, llegándos a situaciones absurdas de – por ejemplo – 19 condenas contra Israel frente a 1 ó 0 contra países dictatoriales violadores de los derechos humanos. Por lo tanto, nos alegra mucho tener como amigo a un presidente y un gobierno uruguayo que entiende las necesidades israelíes, los desafíos y que sabe ponerse más de nuestro lado que otros.
P: ¿Estoy en lo cierto cuando digo que los cambios fueron, más que nada, que pasó de votar en contra a abstenerse, o hubo también casos en los que fue un cambio rotundo para votar a favor de Israel?
R: No tengo enfrente el patrón de votación de Uruguay, pero sí diría que es mucho más equilibrado que antes. En el pasado votaron a veces en contra de Israel en la arena internacional y hoy en día Uruguay se abstiene y a veces también vota en contra de las resoluciones anti israelíes, dependiendo del asunto y la resolución, o del foro. Hay muchas consideraciones siempre en estas votaciones. Pero sin duda ha sido un cambio, un mejoramiento en el patrón de voto de Uruguay. Y, por supuesto, siempre tenemos en mente la votación histórica de Uruguay en el 47. Por aquel hecho histórico tan importante es que diría que siempre hemos tenido la esperanza que Uruguay siga siendo un país que de una manera muy ferviente siga apoyando a Israel en los foros internacionales. Sabemos que no es el caso siempre, pero sí que tiene hoy una posición mucho más balanceada que nos parece más justa y correcta.
Planes cercanos
P: ¿En qué medida cuando hay muy buena relación con un gobierno, en este caso el de Lacalle Pou al frente de una coalición de cinco partidos, Israel se prepara también para la eventualidad de un cambio de gobierno en algún momento, manteniendo relaciones también con lo que hoy es la oposición? ¿Cómo se maniobra entre las dos cosas?
R: En primer lugar, manteniendo relaciones con todos los partidos. Siempre nuestra política de Estado y nuestra relación diplomática no es solamente con el partido gobernante, estrechamos lazos con partidos de la oposición y de todo el espectro político, menos aquellos que son antisemitas o antiisraelíes, los que son de los extremos. Pero mantenemos muy buenas relaciones con todas las partes de la sociedad, no solamente con los partidos políticos, porque entendemos que la relación va mucho más allá de lo político. Por eso el comercio, el intercambio cultural, las inversiones, todo el tema de tecnología e innovación, ciencia… Tenemos muchas cosas en común en las cuales basamos nuestra relación bilateral, que no depende solamente del partido de gobierno.
P: Eso se refiere a nivel de diálogos, encuentros que puede mantener el embajador, con figuras del Frente Amplio, ¿verdad?
R: Todos los embajadores en todo el mundo mantienen relaciones no solamente con el partido gobernante sino también con partidos de la oposición. Es algo normal y lo hacemos con todos los países, también con Uruguay.
P: ¿Hay algún proyecto, algún plan especial, de acá de cara a los próximos meses, que valga la pena destacar?
R: Estamos en negociaciones con el bloque del Mercosur para actualizar nuestro acuerdo de libre comercio, es algo que nos gustaría finalizar este año. El presidente Lacalle Pou tiene una invitación abierta pendiente de venir a visitar Israel. Y por ahora tenemos una visita del ministro de Comercio Exterior que tiene planeado venir a Israel a fines de marzo. Esos son los asuntos en este momento en cuanto a visitas. Recién hemos empezado el año, estamos festejando 75 años de la independencia y la relación entre ambos países, así que vamos a programar otras actividades comunes.
La relación con Brasil
P: ¿Cómo ve desde aquí la situación en Brasil y la decisión brasileña respecto a su embajador en Israel?
R: La situación en Brasil creo que se ha calmado y en cuanto a Israel al final el embajador brasileño en Israel es un nombramiento político, ha sido nombrado hace tres años y medio por el gobierno anterior y es natural que embajadores políticos cambien cuando cambia el gobierno. Es un gran embajador, ha hecho aquí un gran trabajo, y se queda de hecho unos meses más hasta que se nombre a un reemplazo, así que creo que la noticia fue presentada de modo un poco dramático que no refleja exactamente la situación. Pero sí, el embajador se va a cambiar, como suele ocurrir en el caso de Israel y también en otros casos cuando hay nombramientos políticos.
P: Entonces lo que se anunció pasa por el hecho de que con un cambio de gobierno también hay nombramientos que cambian, no pasa por un agravamiento de las relaciones con Israel.
R: Para nada, para nada.
P: ¿Cómo se ven desde lejos, en este caso en la Cancillería israelí, eventos como los que ocurrieron recientemente en Brasil, que nos hicieron acordar a aquel 6 de enero en Estados Unidos?
R: El primer ministro Netanyahu condenó la violencia y llamó a mantener las instituciones democráticas en Brasil. Seguimos estos hechos, por supuesto, con preocupación, y esperamos que el pueblo brasileño y el gobierno brasileño sepan mantener las cosas bajo control, respetar el voto popular de la gente y seguir adelante.
El cuadro general de relaciones entre Israel y América Latina
P: ¿Cuáles son los distintos matices en América Latina en cuanto a la relación con Israel?
P: Sin nombrar países por su nombre, sin duda hay una tendencia hoy hacia la izquierda en el continente. Creo que todos los cambios en los gobiernos en estos últimos años son un poco como un péndulo, por la insatisfacción de los habitantes en los países con sus gobiernos, que han cambiado de derecha a izquierda y también de izquierda a derecha. Yo lo veo más como voto de protesta y deseo de cambio por parte de los ciudadanos. En cuanto a Israel, repito lo que mencionaba sobre Uruguay: al final, mientas mantengamos los mismos intereses y valores y basemos nuestras relaciones en el intercambio comercial, cultural, político o tecnológico, los cambios políticos no tienen por qué afectar de una manera muy fuerte las relaciones. Hay matices, por supuesto que lo que ocurre en foros internacionales es distinto de la relación bilateral.
P: ¿Cuál es el cuadro general de relaciones diplomáticas con Latinoamérica?
R: Tenemos relaciones diplomáticas con 31 de los 33 países del continente (las excepciones son Venezuela y Cuba) y creo que eso habla por sí mismo. Israel considera a América Latina como un continente de países amigos con los que tenemos mucho en común: turismo, intereses comunes, un idioma que nos encanta… hay una gran afinidad entre Israel y América Latina más allá de los cambios políticos, en Israel o en el continente.
Y en tono personal
P: ¿Qué hay de América Latina en tu vida diaria?
R: ¡Todo! Yo me levantó y me acuesto con América Latina, también por las diferencias horarias. Realmente mi trabajo requiere muchas horas al día, pero no me molesta . Me fascina tener a mi cargo estas relaciones con tantos países. Tenemos 14 misiones diplomáticas en el continente – lo digo así porque además de las 13 embajadas hay también un consulado general en San Pablo – lo cual es mucho trabajo, mucha responsabilidad, pero es muy interesante y con muchas oportunidades, muchos viajes también, así que no me puedo quejar con este puesto, para nada.
P: Y más allá de la responsabilidad por tu cargo ¿qué te han dejado tus cargos en América Latina en tu vida diaria? ¿Latinoamérica está presente en tu vida diaria?
R: Por supuesto. Yo diría en primer lugar el idioma, porque no hablaba español antes de llegar a América Latina, no conocía América Latina antes, así que el idioma y la cultura son grandes ganancias de mi trabajo. Quizás la cosa más prominente en mi vida cotidiana es la música latina, que juega un papel muy importante.También tengo algo de arte latinoamericano colgado en mi casa. Y por supuesto, muchas amistades. Me rodea una gran presencia latina en mi vida diaria.
La polémica actualidad israelí
P: Para terminar…Israel está muy dividido, siempre lo estuvo, es una democracia vibrante y por supuesto las elecciones agudizan ese tema. Ahora con lo de la planeada revolución judicial, que algunos dicen que no es sino una revolución negativa, los temas están muy discutidos y se habla también de preocupación o dudas en el exterior de cómo eso va a influir. ¿Cómo tú, como diplomático con tanta experiencia, explicarías al exterior qué es lo que está pasando y cuáles son los riesgos?
R: Mi explicación es que seguimos siendo un país democrático en el cual las cosas se discuten en el parlamento y se dialogan entre los tres poderes. Hay también una participación pública muy grande, hay manifestaciones, y es un asunto que la sociedad israelí va a tener que resolver siempre de manera pacífica, abierta, con diálogo. Yo creo que vamos a superar este período de diferencias políticas tan marcadas. Es la responsabilidad mía como ciudadano y como diplomático de explicar el proceso, de explicar cómo yo participo en este diálogo, y que al final estamos aquí por el mismo país por la misma causa. La responsabilidad queda en nuestras manos.
P: Si alguien te dice: entiendo por las manifestaciones, que tanta gente salió a la calle, que acá hay un problema. Tú, por supuesto, como diplomático no puedes salir a criticar al gobierno que representas, pero, ¿cómo un diplomático puede explicar el hecho de que salen más de 100.000 personas a la calle diciendo que lo que se está presentando es un peligro para Israel?
R: Porque hubo una elección, ganó un partido con una mayoría no muy grande y hay otra parte de la población que siente que no ha sido suficientemente bien representada en las elecciones y que está en contra de algunas políticas que el nuevo gobierno quiere aplicar. La manera de manifestar su rechazo a estas políticas es a través de las vías democráticas, una de las cuales es la manifestación pública. Yo puedo estar en contra o a favor, pertenecer a un campo o al otro, pero al final tenemos que respetar todos las reglas del juego democrático y ver cada uno cómo participa y opina en esta discusión tan cargada de emociones.
P: Muchas gracias por tu tiempo y por tus conceptos.
R: A ti.
Por: Ana Jerozolimski, directora de Seminario Hebreo Jai
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