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Hemos dejado atrás un período de «duelo por el Bet haMiqdash» que se extendió desde el 17 de Tamuz pasado hasta este último domingo a la noche, cuando finalizamos el ayuno del 9 de Ab. Durante todo este tiempo no hemos tenido casamientos ni celebraciones. Pero una vez finalizado Tishá BeAb, volvemos a celebrar fiestas y alegrías. El pasado viernes celebramos una fecha especial, aunque poco conocida: el 15 del mes de Ab.

Por: Rabino Yosef Bitton

En el tratado de Ta’anit, Raban Shimon ben Gamliel dice: “No hubo días más felices para el pueblo de Israel que el 15 de Ab…. ya que en esos días las muchachas solteras de Jerusalem salían vestidas de blanco a bailar en los viñedos…. y le decían a los jóvenes solteros: «Considera a quién elegirás (para ser tu esposa)» y luego resaltaban sus propias cualidades: sus buenas familias, sus virtudes, su belleza». En este día, muchas parejas se conocían por primera vez y así los nuevos matrimonios comenzaban.

Para explicar por qué este día fue elegido para un evento tan alegre y significativo, «el día de los SHIDUJIM», los Sabios mencionan lo que sucedió el 15 de Ab a lo largo de la historia judía.

1) Cuando el pueblo de Israel se negó a entrar a la tierra de Israel, todos los mayores de 20 años fueron condenados a morir en el desierto. Cuarenta años después, el 15 de Ab, este decreto fue cancelado.

2) Cuando el pueblo judío comenzó a asentarse en Israel y asegurar la división ordenada de la Tierra de Israel entre las doce tribus (que se establecieron en doce «provincias» o «estados» אחוזות או נחלות) solo se permitían los matrimonios entre miembros de la misma tribu o provincia (Bamidbar, Capítulo 36). Una mujer que había heredado la tierra de su padre en el territorio de Yehudá, por ejemplo, no podía casarse con una persona de la tribu de Binyamín, por ejemplo. Porque esto causaría la transferencia de tierras de una tribu a otra, Yehudá a Binyamin, etc. Estas restricciones se levantaron en 15 Ab, cuando se permitieron los matrimonios entre las diferentes tribus.

3) El 15 de Ab fue también el día en que la tribu de Binyamin fue readmitida al pueblo de Israel. Los miembros de esta tribu habían sido excomulgados por su comportamiento en el terrible episodio de la violación de una mujer en la Gib’ah (Jueces 19-21), un evento que sacudió a la comunidad de Israel.

4) Hay un último evento que ocurrió en el 15 de Ab, y que por muchos años no entendí cómo se relacionaba con el tema de celebración o casamientos: Los Sabios dicen אמר רב חונה משניתנו הרוגי ביתר לקבורה נקבעה הטוב והמטיב. הטוב שלא נסרחו והמטיב שניתנו לקבורה «en el 15 de Ab los muertos de Betar (biter) pudieron ser enterrados»… Hace un par de años, se me ocurrió una explicación (o quizás la leí en algún lugar, no estoy seguro…) para entender un poco mejor la naturaleza de esta celebración, que más allá del 15 de Ab ¡es el origen de nada menos que de la cuarta Beraja del Bircat HaMazón!

Voy a tratar de explicarlo lo más brevemente posible. Desde que se destruyó el Templo de Jerusalem en el año 68, Israel ya no le perteneció al pueblo judío, sino que era parte del imperio romano. Algunos emperadores fueron flexibles con los judíos y otros no. Pero hubo un emperador que fue el peor: Adriano, י»ש. Este malvado gobernante se obsesionó con el pueblo judío a un nivel similar al de Adolf Hitler י»ש. Su «sueño» era destruir al pueblo judío y borrar su memoria para siempre. Comenzó por Yerushalayim. Destruyó lo que quedaba de las ruinas (sic.) del Templo, así los judíos dejábamos de llorar por Jerusalem (como lo hacemos hoy cuando visitamos el Kotel) y se olvidaran para siempre de reconstruirla. Para asegurarse el éxito de su misión, construyó una ciudad sobre las ruinas de Jerusalem y le cambió el nombre: Aelia Capitolina. Como si esto fuera poco, también le cambió el nombre a la tierra de Israel, que en ese entonces se la conocía como la provincia romana «Judea».¿Adivinan qué nombre le puso? ¡»Palestina»! (ver aquí). No en vano nuestros enemigos siguen usando este nombre, ¡que de árabe no tiene nada! (la letra «P», por ejemplo, ¡no existe en el idioma árabe!). Finalmente, y luego de sofocar a rebelión de Bar Kojbá en el año 135, Adriano ordenó llevar a cabo la solución final: eliminar físicamente a todos los judíos.

Cuando Bar Kojbá fue derrotado, Adriano instruyó a sus tropas a no dejar sobrevivientes. Ni siquiera aquellos hombres y mujeres que podían ser usados o vendidos como esclavos. Todos debían ser asesinados. Se estima que alrededor de 400,000 judíos que habitaban en Betar, el último bastión de resistencia judío, fueron masacrados por los romanos «hasta que su sangre llegó al mar Mediterráneo». Y como castigo adicional, Adriano emitió un decreto especial: no permitió enterrar los cuerpos de estos judíos asesinados. Finalmente, el 15 de Ab, el 10 de julio de 138, este decreto fue cancelado. De acuerdo a la tradición Talmúdica, los cuerpos, milagrosamente, no se descompusieron por un período de tres años, así que los judíos procedieron a este terrible y masivo entierro, que es imposible de imaginar. Pero ¿por qué fue cancelado el decreto que prohibía enterrarlos? Porque ese día, el 10 de julio, 15 de Ab, del año 138 el monstruoso emperador Adriano murió. Y en aquellos tiempos, cuando el rey moría, todos sus decretos expiraban con él. por supuesto que la muerte de Adriano significaba para los judíos algo mucho más significativo: el final del holocausto sistemático que Adriano había comenzado a ejecutar. En otras palabras: lo que celebramos en el 15 de Ab (y en la Beraja HaTob veHametib) es el final del genocidio sistemático de los judíos, que llegó gracias a la muerte de Adriano. Pero por razones diplomáticas (¡y de seguridad nacional!), los judíos no podíamos celebrar oficialmente «la muerte de un emperador romano», especialmente cuando la historia la escribían (o la censuraban) ellos. Por eso, la versión oficial es que la celebración esta justificada en que en ese día «le fue anunciado a los judíos que podían enterrar sus muertos». Más allá del milagro de que los cuerpos no se descompusieron, el 15 de Ab celebramos que con la muerte de este tirano las esperanzas de sobrevivir y crecer como pueblo judío renacieron de las cenizas.

Una última observación respecto a la relación entre la muerte de Adriano y la celebración del 15 de Ab. En los tiempos de Adriano, un período conocido con la palabra hebrea SHEMAD (genocidio, holocausto) todos los judíos estaban condenados a muerte desde el momento de su nacimiento. Debido a esto, muchos Sabios judíos sugirieron evitar los matrimonios para no traer más niños judíos a este mundo, ya que eventualmente terminarían siendo asesinados. Con la muerte de Adriano, el 15 de Ab, el pueblo judío volvió nuevamente y en Judea se volvieron a celebrar bodas y a traer hijos al mundo.

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