An artistic rendering of the Ten Commandments. (mtsyri/shutterstock) An artistic rendering of the Ten Commandments. (mtsyri/shutterstock)

Yo Soy HaShem tu Dios, que te rescató de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos – Exodo 20:1

¿MANDAMIENTO O PREAMBULO?
El primer mandamiento se nos presenta de un modo un poco ambiguo. Comprender lo que este mandamiento dice no resulta sencillo. ¿Por qué? Porque a diferencia de los otros 9 mandamientos, no está enunciado en el modo imperativo como una orden o un precepto. Parece más bien una presentación de Dios ante su pueblo. El texto dice así: “Yo soy HaShem, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos”. Este mandamiento no está indicando, aparentemente algo que tenemos que hacer o dejar de hacer, como en el caso de “Honrarás a tus padres”, “No robarás”, “No matarás”. No transmite una orden directa.

Es por eso que los rabinos han debatido durante mucho tiempo la naturaleza de este mandamiento. Para algunos como Najmánides o el Rab Jasdai Crescas, el primer mandamiento no expresa un precepto específico sino que afirma la existencia de Dios “Yo soy EL ETERNO tu Dios”. Visto así, el primer mandamiento, es el prerrequisito implícito para la aceptación de todos los demás mandamientos. Es un preámbulo para los mandamientos que siguen a continuación. No es un mandamiento en sí.
Maimónides, por otro lado, sostiene que el primer mandamiento indica un precepto especifico a pesar de no estar formulado en el modo imperativo. Trataremos de entender, a continuación, lo que este famoso rabino explicó.

¿CUANTOS MANDAMIENTOS HAY?
El Talmud, en el tratado de Makot, explica que existen 613 preceptos de la Torá. 611 de ellos fueron transmitidos por intermedio de Moshé (Moisés), mientras que los dos restantes fueron transmitidos “directamente” por HaShem (Dios) al pueblo judío. Y esos dos preceptos son: el primero y el segundo mandamiento (אנכי ולא יהיה לך). Analicemos brevemente esta afirmación del Talmud.

1. Lo que revela que estos dos mandamientos fueron expresados directamente por Dios es que son los únicos formulados en la primera persona del singular: “Yo soy HaShem tu Dios”, “No habrá para ti otros dioses delante de Mí”. A partir del tercer mandamiento es Moshé quien se Dirige al pueblo de Israel, y la referencia a Dios es en la tercera persona. El texto del tercer mandamiento dice: “No pronunciarás el Nombre de Dios en vano” y no dice “No pronunciarás Mi nombre en vano”.
2. De acuerdo a este texto Talmúdico, el primer mandamiento claramente debe ser considerado como un precepto, como una de las 613 leyes Bíblicas, y no como una introducción o preámbulo. En su famoso libro Sefer haMitsvot, el libro que presenta los 613 preceptos de la Torá, Maimónides menciona al primer mandamiento nada menos que como la primera ley (Mitsvá) de la Torá.
Siguiendo ahora con la opinión de Maimónides nuestra próxima pregunta será: ¿Cuál es la orden especifica que este mandamiento está expresando cuando dice “Yo soy HaShem tu Dios”?

LA EVOLUCION DE LA FE (emuná)
Tradicionalmente se asume que el primer mandamiento, visto como un precepto, expresa nuestro deber de “creer en la existencia” de Dios. No todos están de acuerdo. Creer en la existencia de Dios debe ser visto, más bien, como la hipótesis fundacional implícita de los Diez Mandamientos, especialmente en su contexto histórico original. Al revelar los 10 Mandamientos Dios le está hablando al pueblo de Israel ¡en primera persona! ¿Es necesario, entonces, que mientras Dios se está revelando a Su pueblo le ordene creer en Su existencia?
Hay algo más.
La referencia bíblica más especifica acerca de la fe del pueblo judío en Dios la encontramos en el texto que relata el cruce del mar rojo. Antes de que Dios revelase los 10 Mandamientos.
“Y Dios salvó en aquel día a Israel de mano de los egipcios. E Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. Y [cuando el pueblo de] Israel percibió el gran poder que Dios había hecho contra los egipcios, el pueblo temió a Dios, y [entonces el pueblo] creyó en Dios y en Moisés su siervo” EXODO 14: 30-31.
Cuando los Hijos de Israel cruzaron el mar y vieron que Dios cerró el mar encima del ejercito egipcio la Torá afirma por primera vez que los hijos de Israel creyeron en Dios (y en Moshé). Al ver los cuerpos sin vida de sus poderosos opresores en la orilla del mar, el pueblo pudo liberarse de la intimidación psicológica que ejercen aquellos que hasta ese entonces decidían, como si fueran dioses, quién vivirá y quién morirá. Los judíos tuvieron la posibilidad de temer a Dios y creer en Él cuando entendieron que los egipcios eran simples mortales.

Todo esto confirma que la “creencia” en Dios era ya parte del patrimonio mental de los Yehudim antes de recibir los Mandamientos. habían aprendido. Y si es así, ¿qué nos enseña entonces el primer mandamiento?

Continuará

Por: Rabino Yosef Bitton

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