“De todo mi servicio, esta posición es la más especial que tuve. Lo que hago rompe todas las reglas del juego, todos los estereotipos de un ejército”, explica el Myr. Sergey…

El Myr. Sergey ha sido el jefe de la oficina médica de la Dirección de Buena Vecindad desde mayo de 2016. Su oficina maneja y opera el hospital de campo Mazor Ladaj, pero él no trabaja allí físicamente. De hecho, él ayuda a enfermos y heridos sirios en varios hospitales en todo el norte de Israel. Él va a donde lo necesiten. Nos ha explicado cómo es ser doctor y líder en el medio de una crisis humanitaria.

El primer paso que el Myr. Sergey y la oficina médica deben tomar es intentar comprender la gravedad de la situación para poder entender las necesidades de los siros. Desde allí, tomando medidas y actuando, encuentran soluciones a cada desafío.

“Una gran parte del trabajo es la comunicación que hace falta para entender la situación y coordinar correctamente. Estamos continuamente trabajando con oficiales médicos y organizaciones de ayuda humanitaria”, dijo el Myr. Sergey.

Por ahora, no hay manera de que los sirios reciban el cuidado médico adecuado, así que el Myr. Sergey y su equipo médico de la Dirección de la Operación Buena Vecindad deben tomar todas las decisiones cruciales. Esto requiere mucha comunicación entre el personal militar y las organizaciones humanitarias, que ayudan a equipar a los dos miembros de la dirección y a los trabajadores de ayuda humanitaria con una caja de herramientas suficiente para lograr atender a los sirios heridos.

No importa que, o cuan difícil sea el desafío, el Myr. Sergey ve que todavía hay destellos de alegría y esperanza.

“Cuando veo a un grupo de niños que entran a una visita al hospital con miedo, pero terminan su visita con una operación exitosa y ven a niños jugando, sonriendo, pintando y hablando, veo que han vuelto a ser niños de verdad”, explica.

“Esta la acción más increíble y moral que podríamos haber realizado y estoy emocionado e impresionado de ser parte de él”.