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El relato oficial de las autoridades libanesas sobre la masiva explosión del pasado día 4 en el puerto de Beirut sostiene que explotó un almacén próximo al mar que albergaba 2.750 toneladas de nitrato de amonio. Dicen que ese cargamento llevaba ahí seis años, con autorización judicial, y aportaron documentación para confirmarlo.

Por: Jonathan Schanzer

Con el debido respeto a las autoridades libanesas, no me lo creo. Lo que creo es que Hezbolá almacenó en ese lugar explosivos, munición y combustible para misiles, sustancias altamente volátiles e inflamables todas ellas, procedentes de Irán.

Estas son las razones por las que lo creo.

1. Hubo al menos tres explosiones, y cada una produjo algo distinto. La primera generó una columna de humo gris visible durante varios minutos; la segunda, una columna de humo rojo, también persistió durante varios minutos, mientras que la tercera provocó una nube con forma de hongo que se disipó en cuestión de segundos. Esto sugiere que en el almacén había al menos tres sustancias distintas (véase el vídeo).

2. Todo aquel que esté familiarizado con el funcionamiento de un puerto sabe que la primera línea de almacenes, la más próxima al agua, se utiliza para almacenamiento de corta duración. Los cargamentos que van a custodiarse durante largo tiempo se envían a almacenes apartados del agua.

3. Todo aquel que lleve un cargamento sensible y no quiera ser visto, fotografiado o alcanzado desde el aire, el espacio o en tierra trata de ocultarlo lo más cerca posible del agua. El almacén que explotó daba al agua.

4. Luego de que (según fuentes foráneas) Israel atacara en varias ocasiones depósitos del aeropuerto de Damasco, el puerto de Beirut se convirtió en el destino de la munición y los explosivos que Hezbolá importa de Irán. Lo que solía llegar por vía aérea al aeropuerto de Damasco se empezó posteriormente a enviar a Beirut por vía marítima. Hezbolá sustituyó los almacenes del aeropuerto de Damasco por los del puerto de Beirut.

5. Lo que probablemente sucedió el pasado día 4 fue una explosión de sustancias volátiles e inflamables almacenadas de manera incorrecta por Hezbolá durante al menos un día en un almacén de metal y sin aire acondicionado. Estamos en pleno verano, y las temperaturas son muy elevadas. Yo diría que unos gases del combustible para misiles se evaporaron de uno de los contenedores y entraron en contacto con las paredes o el techo, tórridos, lo que generó una ignición y una reacción de explosiones en cadena.

6. Menos de una hora después de las explosiones, Hezbolá anunció que lo que había estallado era nitrato de amonio. Fueron los primeros en decirlo. La razón: estaban buscando la manera de encubrir su propia negligencia y establecer una versión oficial que desviara la atención, porque nadie en el Gobierno osaría contradecirlos.

Sospecho que en el Líbano muy poca gente se cree la versión de Hezbolá. Creo que Hasán Nasrala es considerado personalmente responsable del desastre no sólo por los iraníes sino por sus propios amigos en la organización que comanda. No me sorprendería oír que ha sufrido un “ataque al corazón” y que se ponga así fin a su periodo como secretario general de Hezbolá. Quizá el “ataque al corazón” sea letal…

© Versión original (en inglés): BESA Center
© Versión en español: Revista El Medio

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