Los rebeldes hutíes del Yemen, apoyados por Irán, están combatiendo arduamente para lograr el dominio del estrecho del Mar Rojo, lo que les permitiría controlar la bahía de la base naval más meridional de Israel, junto al puerto de Eilat, y también el comercio proveniente de Europa que pasa a través del Canal de Suez y el Mar Rojo en dirección a Asia y África.
Las milicias chiís hutíes “Ansar Allah” han tomado grandes partes del norte del Yemen, la capital Sana y la ciudad portuaria de Hodeidah; y ahora bajo la dirección de Teherán están tratando de apoderarse del estratégico estrecho de Bab el Mandeb, en la entrada al Mar Rojo.
Los informes del Yemen indican que en los últimos días, las milicias hutíes trataron de apoderarse de varias zonas costeras cerca de Bab el Mandeb pero fueron detenidas por el ejército del Yemen.
Los hutíes están siendo ayudados por miembros de la guardia presidencial, que son leales al ex presidente Ali Abdullah Saleh, derrocado en 2012.
Recientemente, atacaron el palacio presidencial en Sana, lo que llevó a la renuncia del actual presidente Abd Rabbu Mansur Hadi.
Según los informes, Irán trata de controlar al Yemen empleando una estrategia similar a la que ha usado para apoderarse del Líbano, a través de su socio menor,, el grupo terrorista chií Hezbollah.
En diciembre pasado, Irán llevó a cabo una maniobra militar naval masiva cerca de la costa del Yemen, enviando un mensaje claro sobre el interés que la República Islámica tiene en la región.
Fuente: Aurora