Tras regresar a su hogar, el rehén rescatado Farhan al-Qadi pidió este miércoles que se ponga fin al sufrimiento de los rehenes, informó The Times of Israel.
Fuente: Enlace Judío
Personal médico vitoreó a al-Qadi cuando fue dado de alta del Hospital Soroka de Beersheba, del que había pedido ser liberado para poder visitar a su madre enferma de 90 años.
Más tarde, después de que llegó a Khirbet Karkur en un convoy de autos que tocaban alegremente la bocina, al-Qadi se reunió con multitudes eufóricas en una carpa instalada para la ocasión.
Con un aspecto pálido y disfrutando de la atención, el hombre de 52 años dijo a la prensa reunida que se siente “al cien por cien”, al tiempo que instó al gobierno a llegar a un acuerdo para traer a casa a todos los rehenes.
“El lugar en el que estaba… no se lo deseo a nadie. Así que hagan todo lo posible -manifestaciones, todo- para que la gente vuelva a casa”, dijo. “No importa si son árabes o judíos, todos tienen una familia que los espera. También quieren sentir la alegría”.
“Espero, rezo para que esto termine”, agregó, diciendo que había transmitido el mismo mensaje en una llamada telefónica con el primer ministro Benjamín Netanyahu poco después de regresar a Israel.
Al-Qadi fue rescatado el martes mientras las tropas investigaban una red de túneles en el sur de Gaza en busca de rehenes, dijo el ejército israelí.
El padre de 11 hijos fue secuestrado el 7 de octubre del Kibutz Magen, cerca de la frontera con Gaza, donde trabajaba como guardia de seguridad en una planta de embalaje.
Su hermano Jamal fue citado este miércoles por el Canal 12 diciendo que los terroristas que secuestraron a al-Qadi le dispararon en la pierna cuando se negó a decirles dónde había judíos.
La cadena dijo que en Gaza, la herida de al-Qadi fue cosida con una aguja e hilo, sin anestesia.
Jamal dijo que su hermano estaba en confinamiento solitario sin luz solar desde diciembre. Antes de eso, según Jamal, estuvo retenido con trabajadores agrícolas tailandeses que fueron secuestrados en las comunidades fronterizas de Gaza.
Según el informe, al-Qadi dijo a las tropas de las FDI después de ser rescatado y nuevamente en el hospital que no podían imaginar la vasta extensión del sistema de túneles que Hamás construyó debajo de Gaza.
“No tienen idea de cómo es Gaza“, fue citado diciendo.
Al-Qadi también habría dicho que no podía decir la hora ni la fecha, excepto por conversaciones ocasionales con sus captores.
En algún momento antes de ser rescatado -entre un día y una semana, dijo el Canal 12– sus captores se fueron, dejándolo solo en una habitación con algo de comida.
Cuando los soldados que lo rescataron le preguntaron cómo tenía el cabello y la barba tan prolijos, al-Qadi dijo que cuando sus captores se cortaban el cabello, él también lo hacía.
El amigo de al-Qadi, Mazen Abu Siam, que pasó unos minutos con el rehén rescatado, dijo que estaba muy delgado.
“Nos dijo que lo mantuvieron a 50 metros bajo tierra y que no le permitieron hacer nada, pero sí le permitieron rezar”, dijo Abu Siam en el hospital, poco antes de que liberaran a Al–Qadi.
El hijo de Al-Kadi, Saleh, dijo al sitio de noticias Ynet: “No tenemos vida sin papá”.
“Su regreso con nosotros fue la sorpresa más agradable de toda mi vida”, dijo Saleh. “Ahora nos divertiremos y le devolveremos a papá la felicidad y los buenos sentimientos que perdió en los últimos meses”.
Al-Qadi fue secuestrado cuando su hijo menor tenía apenas unas semanas de vida. Durante su cautiverio, Al–Qadi también se convirtió en abuelo por primera vez.
El exalcalde de Rahat, Ata Abu Madighem, dijo al Canal 12 el martes que Al-Qadi había presenciado la muerte de un compañero rehén con el que había estado retenido durante dos meses.
La información no pudo ser verificada de inmediato y no hubo comentarios de las Fuerzas de Defensa de Israel ni del Foro de Familias de Rehenes.
“Lo trataron como a un israelí en todos los aspectos”, dijo Abu Madighem, añadiendo que Al–Qadi “apenas vio el sol” mientras estuvo como rehén.