Se reanudaron las conversaciones en Viena sobre el regreso al acuerdo nuclear, con Estados Unidos participando detrás de escena como antes debido a la negativa de Irán a entablar contacto directo.
Por Eldad Shavit y Sima Shane
A pesar del escepticismo sobre la voluntad de Irán de volver al acuerdo, los países europeos y Estados Unidos continúan viendo la solución diplomática como la mejor opción.
Para evitar la interrupción de esta ronda de conversaciones, se abstuvieron de promover una resolución contra Irán durante la reunión de la Junta de Gobernadores del OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica], luego de dos severos informes contra Irán.
No obstante, tanto los europeos como Estados Unidos emitieron dos duras declaraciones contra Teherán durante la conferencia, afirmando, entre otras cosas, que la conducta de Irán viola el TNP [Tratado de No Proliferación] y no solo el acuerdo nuclear.
Estados Unidos también ha enfatizado que, si Irán no regresa de inmediato a cooperar con el OIEA, la Junta de Gobernadores tendrá que “volver a reunirse en sesión extraordinaria” antes de finales de 2021 para tomar una decisión al respecto.
Irán, por su parte, reitera que el objetivo principal de las conversaciones de Viena será discutir el regreso de Washington al acuerdo, es decir, la eliminación de las sanciones y, por implicación, no discutirá actualmente sus demandas con respecto al programa nuclear.
Por consiguiente, la delegación iraní que llegó a Viena incluye al vicepresidente del Banco Central y al viceministro de Economía, así como otras figuras relacionadas con asuntos económicos.
La apertura de la ronda de conversaciones en Viena va acompañada de críticas públicas israelíes y sesiones informativas a los medios de comunicación por parte de funcionarios israelíes que expresan gran preocupación por la política de la administración estadounidense.
Por su parte, la administración está utilizando los medios estadounidenses para enfatizar que advirtió a Israel que sus intentos en los últimos meses de dañar el proyecto iraní no solo no lograron su objetivo, sino que fueron utilizados por el régimen como excusa para incrementar y expandir sus actividades nucleares.
Como parte de la discusión con los Estados Unidos, que debe llevarse a cabo a puertas cerradas, se recomienda que Israel, en lugar de oponerse a un regreso al acuerdo, se centre en demandas importantes, tales como llevar a cabo conversaciones con Irán solo en caso de que Irán detenga el programa nuclear.
La actual administración estadounidense está atenta a las necesidades de Israel y está interesada en dialogar con él, y la impresión es que las posiciones de la administración pueden ser influenciadas.
Un acuerdo con Irán no abordará todas las preocupaciones de Israel, pero es preferible a una realidad en la que Irán continúa avanzando en su programa nuclear, sin que la comunidad internacional e Israel tengan actualmente una influencia efectiva para detenerlo.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies