ואחר כן תבוא אליה…ולקחת לך לאשה

רש”י :לא דברה תורה אלא כנגד יצר הרע

A lo largo de toda la historia de la humanidad, en todos los pueblos del planeta, cuando los líderes militares motivaban a sus guerreros a conquistar al enemigo los alentaban con arengas que incluían la obtención del tentador botín de guerra: dinero, despojos y mujeres. 

Estas eran una parte integral de la recompensa que les correspondía, y un gran aliciente para pelear mejor. Las mujeres capturadas eran tratadas como objetos, a voluntad del soldado, y luego eran asesinadas o en el mejor de los casos vendidas a la esclavitud.

En la Perashá de esta semana vemos en la Torá una actitud completamente diferente. Un texto que no tiene precedentes en los anales de la humanidad, probablemente hasta bien avanzado el siglo XX (recordemos, por ejemplo, la invasión de Japón a Nanjing, China, en 1937). la Torá se refiere a los derechos de la mujer que es tomada como prisionera de guerra.

La Torá demanda del soldado que proteja la integridad de esta mujer. El soldado solo podría estar con ella si la va a desposar (algo que la Torá, subliminalmente, desaconseja) Si el soldado judío se casaba con ella (los prisioneros de guerra, ‘ebed kena’aní, eran convertidos casi automáticamente al judaísmo) debía permitirle guardar su luto por su familia muerta o desaparecida.  No podía tratarla como una esposa de segunda categoría o hacerla trabajar como su sirvienta o divorciarla.

Nos debe causar asombro y admiración (להגדיל תורה ולהאדירה)que la Torá se haya referido a los derechos de los prisioneros de guerra miles de años antes que el resto del mundo. Pensemos que el famoso ejercito romano, 1500 años despuésde que esta ley bíblica fuera promulgada, usaba a los prisioneros de guerra en el Coliseo, donde debían enfrentarse a fieras salvajes hasta ser devorados en vida, para el entretenimiento de los piadosos ciudadanos de Roma.

Y por el otro lado, nuestro Sabios entendieron que la Torá, atenta al estado mental del soldado que ve a una mujer indefensa, entiende que un “NO” absoluto podría terminar en resultados no deseados: abuso, violación.

Rashí explica en esta Perashá que la Torá nos enseña a enfrentar al yetser hara’, la inclinación al mal utilizando la “postergación”. “Sí! Pero ahora no”.

La postergación es un instrumento psicológico de usos multiples. Puede ser, como casi todo lo demás, bien o mal usado.

Postergar un proyecto positivo o saludable, que sabemos es necesario para mejorar nuestras vidas, es por lo general una de las trampas psicológicas más comunes que nos tendemos a nosotros mismos. Pensemos por ejemplo cuando nos damos cuenta que para mejorar nuestra salud debemos perder peso. Y evitamos comenzar una dieta estricta simplemente postergando nuestra decisión semana tras semana. No le decimos “NO” a la dieta. Nos engañamos diciéndonos a nosotros mismo: “Sí! Pero hoy no”.

Para alcanzar nuestras metas espirituales, la postergación es también una trampa mortal. Cuando se acerca Yom Kippur tomamos algunas resoluciones y decidimos hacer algunas mejoras importantes en nuestras vidas. Por ejemplo: “Este año voy a estudiar Torá una hora todos los días”. Pero luego encontramos que este proyecto se nos hace un poco difícil y día a día lo suspendemos. “¡Sí! Pero hoy no”. Obsérvese que no renunciamos al proyecto por completo (aquí está la trampa!). Nos decimos a nosotros mismos, con esa voz interna materialque los Sabios llamaron yetser hara’, que en realidad sólo estamos retrasando nuestra decision de estudiar Torá “momentáneamente”, hasta que encontremos un mejor tiempo. «Ahora estamos muy ocupados, el trabajo está muy difícil, y cuando las cosas mejoren, lo haremos.»

Me pregunto ¿por qué no renunciamos a la idea de estudiar una hora por día por completo? Porque si renunciáramos a este u otro proyecto por completo, vamos a sentirnos tremendamente culpables. Sin embargo, al dilatar y retrasar este proyecto “hasta que las cosas mejoren”, nos resultará menos traumático abandonarlo. Nuestra imaginación negativa nos tendió una trampa psicológica, y casi sin darnos cuenta, porque dijimos que SI, al final, el proyecto muere. ¿Causas del fallecimiento? “Muerte por postergación”.

Pero el mensaje de Rashí es que la postergación puede (y debe) ser usada de forma positiva. ¿Cómo? Cuando mis impulsos, o mis hormonas (yetser hara’)me demandan hacer algo que está mal , y me piden actuar YA mismo, es posible que si digo “NO” pierda la batalla. En algunas áreas, como las que menciona nuestra Perashá, no hay garantías de que voy a ser lo suficientemente fuerte como para luchar y ganar contra mis impulsos. Pero ¿qué pasaría si aplico la técnica de la “postergación” para un buen uso? ¿Qué pasaría si le digo a mí sistema nerviosos: “Sí, pero ahora NO. “ Mis impulsos entonces se “calman”, ya que de otro modo lucharían hasta el final para imponerse.

Y mañana repito el mismo ejercicio.  Esto es lo que indica Rashí: La Torá nos enseña cómo derrotar el yetser hara’, usando la postergación .

Esta mañana quiero levantarme para Selijot. Pero mi cuerpo me dice ¡Quiero dormir!. Mi imaginación dirá: “OK. Vamos a ir a Selijot, pero hoy no. Vamos a partir de mañana.” Y lo mismo sucederá probablemente mañana.

Pero que pasaría si hago un uso positivo de la postergación. Y esta mañana, cuando mi cuerpo me dice que no se quiere levantar temprano y que ¡quiere dormir!”, yo le respondo: “Sí! Está bien, nos quedamos en la cama…. pero hoyno ¡mañana!. ¡Hoy vamos a Selijot!”

Por: Rabino Yosef Bitton, colaborador de Unidos con Israel

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