Anette Cabelli, una mujer de 91 años y que sobrevivió al campo de exterminio de Auschwitz, realizó un emotivo discurso en el marco de un encuentro organizado por el Centro Sefarad y la Comunidad Judía de Madrid: «Después de lo que vi, ya no tengo miedo a nada».

El encuentro, que se celebró en el pabellón de los Jardines de Cecilio Rodríguez, en el parque madrileño del Retiro, contó con la presencia de decenas de personas.

La superviviente actualmente vive en Francia. Nació en 1925 en Salónica, Grecia, y con 17 años fue deportada al campo nazi de Auschwitz, en Polonia, donde estuvo dos años. Después fue trasladada al campo de Ravensbrück y desde allí al de Malchow.

Durante el acto, relató los horrores que vivió, como cuando la obligaron a subirse al tren que la llevaría al campo de exterminio: «El camino hasta Polonia era de cinco días en tren, con unas treinta personas en cada vagón, sin pan ni agua. También había muchos muertos».

Cabelli explicó que al llegar al campo separaban a las mujeres y los hombres, así como a las personas que no podían andar, a las personas mayores y a las mujeres con niños pequeños, a los que «ponían una cruz roja» y les subían en unos camiones.

También relató el momento en el que la iban a llevar a la cámara de gas para acabar con su vida, pero un nazi la salvó y evitó que esto ocurriese. También contó que vio a muchos muertos que «creía que eran troncos de árboles», a los que «los ratones les comían todo lo que tenían».

Esta superviviente también hizo hincapié en cómo actuaban muchos de los «médicos» que trabajaban en los campos: «Tenían la oportunidad de practicar con lo que necesitasen. Tomaban a mujeres y les sacaban la tripa y hacían experimentos con gemelos y enanos a los que ya veían más».

Cabelli aseguró que siempre pensó que nunca saldría del campo y pidió que se escuchen las historias de cada víctima, todas diferentes. «Esto no se puede contar en los libros», agregó.

Los organizadores de este acto han indicado que la memoria «es un acto de justicia» y han solicitado recordar el Holocausto, una «atrocidad», para que «no pueda ocurrir en ningún momento ni en ningún lugar».

«Los supervivientes no han trasmitido nunca ni odio ni venganza, sólo su afán por construir su comunidad y los valores del estudio y el esfuerzo», señaló Raphael Benatar, miembro de la Comunidad Judía de Madrid.

Fuente: Radio Jai

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