Enlace Judío México. Sandra Solomon, palestina nacida en Ramala y convertida al cristianismo, recuerda el júbilo en la sociedad árabe durante la Segunda Intifada “incluso cuando los niños eran asesinados”. Dice que la educación al odio y la deslegitimación de Israel la convence de que los palestinos no quieren la paz.
Solomon, sobrina de uno de los fundadores del movimiento Fatah, condenó los atentados terroristas perpetrados por palestinos contra israelíes, citando la educación a la violencia como la causa fundamental de los ataques.
«Desde el punto de vista psicológico, los jóvenes palestinos que llevan a cabo los ataques ya están asesinados por su educación», afirmó.
Solomon, de 39 años, originalmente llamada Fida, es sobrina de Sahar Habash, funcionario de Fatah, quien era confidente cercano del fallecido ex presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat.
«De niña, fui educada a odiar a Israel», admitió durante una visita al país. «Lo más importante para nosotros era la liberación de la mezquita Al-Aqsa, Jerusalén y la destrucción del Estado de Israel».
«Vimos la Segunda Intifada en la televisión», dijo mientras recordaba su infancia entre Jordania y Arabia Saudita. «Después de cada gran ataque terrorista – incluso cuando los niños eran asesinados – se repartían dulces. Crecí creyendo que los palestinos son las únicas víctimas, que viven oprimidos y que los sionistas son ocupantes criminales que tomaron su tierra».
Más tarde, Solomon decidió apartarse de la cultura del odio. Se convirtió al cristianismo debido a sus críticas del islam por la falta de libertad de expresión, su trato y la opresión a las mujeres.
«Me rehusé a usar el jihab (velo tradicional que llevan las mujeres musulmanas) mientras vivía en Arabia Saudita», dijo.
Luego de divorciarse de su esposo con quien fue obligada a casarse al tener un bebé con él, emigró a Toronto con su niño, donde ambos viven hoy.
«Cuando le expliqué a mi familia en Jordania que me había convertido, mi hermana arrojó mi maleta a la calle y me echó de la casa», agregó.
«Si mis familiares supiesen dónde estoy ahora, seguramente me matarían. Lo sé», afirmó.
En Canadá, fue expuesta a la historia del pueblo judío. «Empecé a leer la Biblia Hebrea y me di cuenta de que los judíos vivieron en la zona mucho tiempo antes de Mahoma y el islam. El poder de la verdad me hizo cambiar», continuó.
Como resultado de su inspiración, se tatuó dos frases en hebreo: «Jesús es el mesías» en su brazo derecho e «Israel» en su antebrazo.
Solomon visitó Ramala en los últimos días, donde destacó la hipocresía de la sociedad palestina al boicotear los productos israelíes, mientras que siguen consumiendo productos esenciales.
«Algunos palestinos llaman a boicotear productos israelíes, pero los teléfonos que utilizan y los medicamentos que consumen provienen de Israel»”, dice.
Solomon reconoce que los palestinos tienen derecho a existir como una minoría igualitaria con derechos otorgados bajo la soberanía israelí, pero rechaza la idea de una solución de dos Estados.
«No creo en una solución de dos Estados porque veo lo que ocurre en Cisjordania, donde las imágenes de terroristas considerados héroes adornan las calles. El pueblo palestino no quiere la paz, glorifica la intifada», concluyó.
Fuente: Enlace Judío México