A veces, aunque sea una vez al día, un minuto a la semana, es importante parar y ver lo que tienes a tu alrededor y así volver a ganar fuerzas gracias a la fe, a la esperanza y al amor.
El santo “Or HaJaim”, Rabí Jaim ben Atar, escribe que si uno ve que un tzadik fallece en forma trágica, entonces puede estar seguro de que murió a causa de los pecados de las masas.
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