El primer ministro Benjamin Netanyahu dijo el domingo que consideraba "una desgracia que los MK tuvieran la intención de boicotear esta importante visita al Knesset e incluso intenten perturbarla". 

"Es un acto simbólico e histórico. La Knesset es un punto culminante de la democracia y de la vida civil, y si la Knesset se está volviendo verde, el país se está volviendo, por ende, verde".