Los judíos alrededor del mundo celebran la fiesta de Janucá que recuerda la milagrosa victoria de los macabeos frente a los griegos, los pocos y débiles contra los numerosos y fuertes, así como el milagro del aceite del Templo.

Desde la apertura del Mar Rojo nos gusta quejarnos y siempre nos gustará hacerlo, pero sería bueno observar los datos. ¿Cómo estabamos en 1984 y dónde estamos hoy? Saben qué… tenemos un montón de cosas para sentirnos orgullosos.

Durante la festividad de Januca celebramos el milagro en el que pudo encenderse el candelabro del Templo durante ocho días consecutivos con una mínima cantidad de aceite. Un momento milagroso como este, es tan notable que se convierte en parte de nuestra memoria colectiva y tiene un gran impacto en nuestras vidas.