Ella vio un aspecto de mí que yo sentía que nadie en toda mi vida había detectado. Era una linda parte de mí que yo no tenía miedo de revelarle. Ella me colmó de afecto. Siempre un abrazo al empezar el trabajo. Por lo general un beso en la mejilla antes de irnos. Se llamaba Laura. Trabajamos juntos durante dos años. Pasamos un montón de tiempo riéndonos, charlando, conociéndonos el uno al otro.