En el barrio Jabel Mukaber de Jerusalén, los familiares de los primos Uday y Ghassan Abu Jamal celebraron efusivamente tras haberse enterado que ambos habían asesinado a cuatro judíos e hirieron a otros ocho con hachas, cuchillos y pistolas en una sinagoga en el barrio de Har Nof, de la ciudad capital.