“Creo que cualquier ciudadano haría esto para evitar una ola de asesinatos”, dice el conductor del autobús israelí que le disparó al terrorista.
Por El Algemeiner
Un hombre israelí dijo que le disparó a un terrorista que asesinó a cuatro personas en un atentado en la ciudad de Beersheba, luego de pedirle sin éxito al asesino que se desarmara.
Las imágenes de video muestran al atacante agitado y armado con un cuchillo: Mohammad Ghaleb Abu al-Qi’an, de 34 años, que acababa de apuñalar a una mujer, embistió a un ciclista con su automóvil y luego apuñaló a varias personas en un centro comercial cercano. Segundos después recibió un disparo después de arremeter contra un hombre con un arma.
“Vi al terrorista y me dije que tenía que hacer algo”, dijo el hombre, un conductor de autobús llamado Arthur, a la emisora pública israelí Kan .
“Me detuve en una rotonda y vi que había un accidente… Vi a una persona caminando y agitando la mano. Le dije: ‘Tengo que comprobarlo, podría ser un atentado’. Cuando me acerqué a él, vi un cuchillo en su mano. E hice lo que pude”.
“Salí del autobús y hablé con el terrorista, le dije que bajara el cuchillo”. relató. “El terrorista dijo ‘no, no voy a bajar el cuchillo’. En algún momento, se me acercó, se abalanzó sobre mí y tomé una decisión”.
Cuando se le preguntó si tenía miedo, Arthur dijo: “Todas las personas tienen miedo. No existe tal cosa como una persona que no tiene miedo. Pero estaba tranquilo”.
“Cuando me dijo que no iba a bajar su cuchillo, y después de un tiempo vi que constantemente estaba tratando de matarme, acercándose a mí… después de ver que realmente quería matarme, tomé la decisión y le disparé”.
Hablando de las víctimas del terrorista, el conductor del autobús relató: “Vi a una persona tirada en el suelo, cubierta de sangre”.
Cuando se le preguntó acerca de las reacciones que suscitó su valiente intervención, dijo: “No busco que la gente me diga: ‘Buen trabajo’. Hice lo que pude hacer. Creo que cualquier ciudadano haría esto para evitar una ola de asesinatos”.
Dijo que nunca antes había usado su arma, que lleva para su protección personal.
Se han identificado las cuatro muertes en el alboroto del martes: Laura Yitzhak, una madre de tres niñas de 43 años; el rabino Moshe Kravitzky, emisario de Jabad; Doris Yahbas, de 49 años y madre de tres hijos; y Menachem Yehezkel Manuchin, residente de Beersheba, de 67 años.
Su asesinato fue elogiado por los grupos terroristas palestinos Hamas, la Yihad Islámica y las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa, y condenado por el gobierno israelí, incluido el partido árabe-israelí Ra’am.