LA ÚLTIMA COMIDA ANTES DEL AYUNO.
Tish’a beAb, el día de duelo nacional del pueblo judío, comienza esta noche. Por la tarde, antes de que comience el ayuno hacemos la seu’da mafseqet, es decir, la última comida antes del ayuno. Esta es prácticamente «una comida de duelo» y debe consistir en pan, huevos, lentejas y agua.
En esta ocasión nos abstenemos de comer dos tipos diferentes de comidas cocinadas para expresar (o inspirar) un estado de austeridad, consumiendo sólo lo que necesitamos para sobrellevar el ayuno. Frutas o verduras frescas no están restringidas en esta comida.
No nos sentamos a comer como lo hacemos normalmente en familia y alrededor de la mesa. En la seudat hamafsequet la costumbre es que cada uno come por sí mismo, sentado en el suelo o en una silla baja, como lo hacen los que están de duelo. Tampoco se recita el zimún, es decir, la invitación para la bendición después de la comida (el bircat hamazón )
LA NOCHE DE TISHA BEAB EN LA SINAGOGA
Una vez en la sinagoga, la Tefilá de Arbit se suele recitar con melodías tristes, y comenzando por ‘al neharot babel (Tehilim 137), el salmo de los dolientes del Bet haMiqdash. En muchas comunidades sefaradíes se recita también el Shema Israel con una triste entonación, en lugar de los cánticos (ta’amim) regulares.
Luego de la Amidá, leemos Meguilat Ekha, el libro de Lamentaciones escrito por el Profeta Yrmiyahu (Jeremías). Este libro describe la destrucción del Primer Templo (586 antes de la era común), la desolación de Jerusalem, el dolor de los exiliados a Babilonia, la burla y el sadismo de nuestros enemigos al ver nuestro sufrimiento; la impotencia de los vencidos; la terrible hambruna; los horrores de las epidemias, de la espada y de la muerte.
Luego recitamos las Quinot, que son poemas muy tristes que describen las 5 tragedias que recordamos en el 9 de Ab y otros trágicos eventos que vivimos a lo largo de nuestra historia. Al terminar las Kinot, sentados en el suelo, se apagan todas las luces de la Sinagoga y el oficiante anuncia con tristeza y entre lágrimas cuántos años han pasado desde la destrucción de nuestro Bet haMiqdash: «¡Oíd, oh hermanos de la casa de Israel … hoy contamos … 1949 años desde la destrucción de nuestro Bet haMiqdash … . «(Según la tradición Sefaradí el segundo Bet haMiqdash fue destruido en el año 68 de la Era Común).
¿COMO NOS COMPORTAMOS DURANTE TISHA BEAB?
Tish’á beAb es un día de ayuno (ver abajo) y también un día de duelo colectivo. Durante Tish’á beAb nos conducimos como un doliente que está de luto por un ser querido que acaba de fallecer. Para expresar o llegar a este estado emocional de dolor, durante Tish’á beAb, desde la noche del lunes 31 de julio hasta el martes 1 de Agosto al anochecer, evitamos participar de ciertas actividades asociadas con placer físico o alegría, y de aquello que nos distraiga del estado de ánimo apropiado para un doliente.
Algunos ejemplos
REJITSA (Lavado): Al igual que en Yom Kippur, tomar una ducha en Tish’á beAb o bañarnos o lavarnos por placer está prohibido . Sin embargo, si una parte de nuestro cuerpo no está limpia, podemos lavarla por higiene. También se permite el uso de toallitas húmedas de bebe (wipes) para limpiar el rostro, los ojos, las manos, etc., porque este tipo de limpieza no se considera “lavado”. Técnicamente podríamos lavarnos las manos normalmente en la mañana para hacer Netilat Yadayim, porque lo hacemos como una Mitzvá (deber religioso) y no por placer. De todas maneras, la costumbre Sefaradí es lavarnos sólo los dedos de la mano para Netilat Yadayim.
SIJA (Uso de cremas) Utilizar cremas o ungüentos por placer no está permitido durante Tish’á beAb. Se permite sin embargo usar cremas o ungüentos de prescripción médica o desodorante.
NE’ILAT HASANDAL (usar zapatos de cuero) Los zapatos de cuero se consideran un artículo de lujo (calzado de vestir). Y como estamos de duelo, durante Tish’á beAb, no vestimos zapatos de cuero. Podemos usar zapatillas de tela u otro tipo de calzado o sandalias de plástico, etc. Otros artículos de cuero, como un cinturón de cuero o una Kipa de cuero están permitidos.
TASHMISH HAMITA (Intimidad) La relaciones matrimoniales se suspenden en Tish’á beAb. Si la noche del Mikvé cae en la noche de Tish’á beAb, es decir el Mikvé tiene que ser postergado para la noche siguiente.
LIMUD TORA (estudio de Torá): En Tish’á beAb nos abstenemos de estudiar Torá, porque estudiar Torá es una actividad placentera. Podemos leer y estudiar libros o textos conectados con tragedias, tribulaciones o pesar, como el libro de Iyob (Job); el libro de Ejá; algunos pasajes del libro de Yrmiyahu o algún Salmo de Tehiim (por ejemplo, 44), masejet mo’ed qatán, etc.
TRABAJO: En Tish’á beAb no se recomienda trabajar porque el trabajo distrae nuestra atención del duelo. Abstenerse de trabajar en Tish’á beAb, sin embargo, no es una prohibición formal, sino más bien una tradición que algunas comunidades han adoptado y otras no (minhag hamaqom). Y también depende de la situación financiera o profesional de cada individuo. Sin embargo si por no trabajar en Tish’á beAb uno incurriría en pérdidas económicas significativas o arriesgaría su puesto de trabajo, se permite que uno siga trabajando durante Tish’á beAb.
TEFILIN: En Yerushalayim los Sefaradim acostumbran a usar Talit y Tefilin normalmente durante la mañana de Tish’á beAb. En la mayoría de las comunidades de la diáspora, tanto Sefaradim como Ashkenazim, acostumbran a no usar Tefilin por la mañana. Ya que el Tefilín es una señal de honor y orgullo: una corona (pe-er) en nuestra cabeza, que declara que somos el pueblo elegido de Dios. En la mayoría de las comunidades se viste el Talit y el Tefilín a la tarde para Minha. En algunas comunidades la tradición es que por la mañana, antes de ir a la Sinagoga, uno se pone el Talit y Tefilin en casa, dice Qaddesh-Li y Shema Israel y luego va a rezar normalmente a la Sinagoga.
SHE-ELAT SHALOM: En Tish’a beAb no saludamos a amigos y compañeros como de costumbre, ya que nuestro estado de ánimo es (o debe ser) el estado de ánimo de un doliente. Si alguien nos saluda, podemos devolver el saludo de forma discreta.
Por: Rabino Yosef Bitton, colaborador de Unidos con Israel
