Durante los últimos días y semanas, hemos sido testigos de un aumento exponencial de actos antisemitas y de retórica antisemita dirigidos contra los judíos.

(Comunicado del portavoz de Yad Vashem)

Estos ataques, generalmente perpetrados como parte de las protestas propalestinas, no sólo encubren las recientes atrocidades cometidas por Hamás, sino que son cada vez más amenazantes en palabras y violencia, lo que resulta en una nueva realidad para la comunidad judía en la Diáspora. Los judíos ya no se sienten seguros, y de hecho, en muchos lugares, los judíos no están seguros.

Este sentimiento se repite con el reciente ataque de un hombre judío de 69 años en Los Ángeles, California, que fue atacado por un manifestante propalestino en la cabeza con un megáfono, el domingo pasado. Paul Kessler, que participo de un acto a favor de Israel, muy cerca, murió después como consecuencia de las heridas. La oficina del Alguacil del Condado de Ventura aún no ha clasificado este ataque como un crimen de odio antisemita. “Esto subraya la necesidad de que las fuerzas del orden incorporen y transformen sus palabras en políticas y acciones”, declara el presidente de Yad Vashem, Dani Dayan. “Recientemente, muchos líderes han manifestado públicamente el compromiso de proteger a las comunidades judías en sus jurisdicciones y enjuiciar a aquellos que atacan judíos e incitan a la violencia contra judíos con todo el peso de la ley”.

Dayan continuó diciendo: “La distinción entre el Holocausto y estos hechos en la actualidad es clara. Durante las últimas semanas ha habido un claro mensaje de poyo tras el brutal ataque del 7 de octubre por parte de muchos líderes que han expresado el apoyo al Estado de Israel y la necesidad de proteger a sus propios ciudadanos judíos. El actual apoyo oficial a nivel estatal internacional que estamos viendo en apoyo de Israel contrasta marcadamente con la persecución y el asesinato antisemitas sancionados por el Estado durante la época del Holocausto, y con la gran reticencia y la rotunda negativa de muchos gobiernos a acudir en ayuda de los judíos”.

“El Holocausto no comenzó con los escuadrones de Einzatsgruppen y las cámaras de gas, sino que comenzó con palabras y actos de violencia a pequeña escala. Muchas personas apoyaron las palabras antisemitas que condujeron a acciones y el mundo hizo la vista gorda al sufrimiento judío. Hoy, se busca nuevamente la apatía pública e incluso la validación de la retórica y la violencia antisemitas. No debemos permitir que se repita el silencio”, señala Dayan.

El presidente Dani Dayan, concluye diciendo: “Sólo cuando nuestras declaraciones, políticas y acciones impregnen todas las facetas de nuestra sociedad podremos esperar proteger nuestros valores compartidos, nuestras comunidades, y a los líderes del mañana de la insidiosa lacra del antisemitismo”.