Finalmente, luego de arduas negociaciones, Israel vuelve a tener presupuesto. Con un ajustado resultado 61-59, la Knéset dio luz verde al proyecto, una victoria importante para el gobierno.
Fuente: Aurora
La sesión maratónica concluyó a las 5:00 AM (horario israelí) y se espera que el ritmo continúe en las próximas horas para la aprobación de más partidas y también del presupuesto para 2022.
El plan de gastos de 194.000 millones de dólares para 2021 es el primer presupuesto que Israel ha aprobado desde 2018, debido a un estancamiento político. Eso se reflejó en las sucesivas elecciones que vivió el país en los últimos años.
Aprobar el presupuesto era una prueba clave para la coalición de ocho partidos de Bennett. La amplitud ideológica y de intereses parecía una barrera infranqueable, pero finalmente primó la unidad.
«Después de años de caos, creamos un gobierno, vencimos la variante Delta [del coronavirus] y ahora, gracias a Dios, ¡aprobamos un presupuesto para Israel! Continuarermos adelante con toda su fuerza», celebró Naftalí Bennett en Twitter.
Entre las partidas comprometidas por la ley, se establecen 10.000 millones para financiar mejoras en la sociedad árabe-israelí en cinco años. Esto era un punto clave para asegurarse el apoyo del partido islamista Ra’am, que forma parte del gobierno.
Durante la sesión, las tensiones entre la oposición y el oficialismo aparecieron en reiteradas ocasiones. Más aún, las tensiones propias de la coalición gobernante implicaron negociaciones y tensiones. Con la Lista Conjunta votando junto a la oposición, cada voto propio se volvió muy preciado.
A pesar de las perspectivas, el presupuesto finalmente salió. Con esto, el gobierno gana aire luego de semanas de tensión, y se espera que estabilice su mando.