La Izquierda siempre se ha ocupado de hacer violentas revoluciones que han dejado un reguero de sangre y muerte, a lo largo de la historia de la humanidad.
En los tiempos que corren, y después de tanto fracaso socialista, los viejos fantasmas del Comunismo vuelven a asustar a medio mundo. El auge de los fanatismos violentos, excluyentes y totalitarios de la Izquierda agresiva se han mezclado con sus homólogos de la Derecha Fascista igualmente violenta, excluyente y totalitaria.
Los grandes poderes revolucionarios de Rusia y China, las dos cabezas del dragón rojo, no están dispuestos a permitir que la Democracia irrumpa en sus reinos de terror, misoginia, homofobia y antijudaísmo. Si, mis estimados lectores el Comunismo, y su primo disfrazado de demócrata el Socialismo, son tan antijudíos como el perverso y diabólico fascismo de derechas. En la práctica política el Fascismo y el Comunismo son el mismo perro con diferente collar. La verdadera ocupación se está produciendo en los parlamentos democráticos, en todo el orbe internacional y no en mal llamados territorios ocupados.
Las acusaciones contra Israel de ocupar tierras árabes, hoy tildadas como palestinas, son una broma de mal gusto que los poderes fácticos del Comunismo y el Fascismo Internacional se están encargando de proyectar dentro de los países con sistemas políticos basados, en la Democracia. La amenaza no es baladí, sino que supone la vieja irrupción de las políticas dirigidas desde los mismos infiernos del odio, a los judíos e Israel. La sociedad israelí, representada por el Estado de Israel, también sufre esté ataque antidemocrático con mayor virulencia, aún más si cabe, por medio de los partidos que se autoproclaman progresistas.
Las políticas progresistas son las más retrógradas desde que se inventó la política ¿Exagerado? En absoluto. Todos los partidos que se definen como progresistas son en la práctica la antítesis de todo progreso social. Una amenaza que no debe obviarse. Una amenaza que está causando la desfragmentación de la línea de pensamiento, que cohesiona al Pueblo de Israel. Muchos partidos, organizaciones y asociaciones humanitarias progresistas, son los encargados del trabajo sucio del desmantelamiento de la Promesa de lo Alto, de un Israel fuerte frente a sus enemigos. Un Israel con unas fronteras trazadas por el mismo Cielo, que van desde el Éufrates hasta el Nilo.
La Izquierda de pensamiento único del ateísmo humanista se alinea con el Fascismo supremacista y antijudío en contra la libertad del mundo libre y democrático. Con todas las imperfecciones que pudiera tener la Democracia, que las tiene, no se puede comparar al ahogo asfixiante de vivir en los paraísos comunistas de Cuba, Venezuela o Corea del Norte por citar algunos de los más perversos regímenes antidemocráticos y antijudíos.
Los únicos territorios ocupados en Israel son los que han asaltado los mal llamados palestinos, árabes sin más, que siguen empeñados en echar a los judíos al mar y sus camaradas progresistas, que han ocupado algunos de los escaños del Parlamento en Israel. La izquierda irredenta progresista está ocupada en el desmantelamiento de los asentamientos democráticos de la libertad ocupando escaños democráticos. Unos espacios de libertad, los escaños, que han tomado por asalto a la conciencia de los que no tienen firmemente anclada la fe, en Aquel que los liberó de la pasada esclavitud faraónica.
La verdadera revolución progresista en el Pueblo de Israel se efectuó desde la salida, de la esclavitud de Egipto. El grito de libertad sigue sonando en el corazón de millones de personas que están sometidas al poder faraónico comunista, que tiene esclavizado a medio mundo. Un grito de libertad que debe seguir resonado en las conciencias de aquellos que saben su historia y que se alzan como líderes de la Democracia más progresista del mundo asentada en el moderno Estado de Israel. El tiempo de gritar libertad frente a la ocupación ideológica de la izquierda ha llegado hasta el Cielo. No dejes de gritar libertad.
Por José Ignacio Rodríguez, colaborador especial de Unidos con Israel