Este miércoles se conmemoran 17 años del ataque con bomba en la cafetería de la Universidad Hebrea en Jerusalén, donde nueve personas perdieron la vida y cerca de ochenta resultaron heridas. Entre las víctimas se encontraba el israelo-argentino, David (Diego) Ladowski.
Fuente: Aurora
Ladowski nació en Argentina en 1973 e inmigró a Israel en 1992, donde se graduó en comunicaciones y completó su servicio militar. David se enroló en el programa de cadetes de la cancillería israelí mientras completaba un máster en administración pública. El día de la bomba estaba en la universidad para entregar su último trabajo académico.
Diego había sido designado para servir como vicecónsul de Israel en Perú e iba a asumir el cargo pocos días después del atentado.
Seis palestinos que integraban una célula terrorista que ya había perpetrado otros ataques fueron condenados a múltiples cadenas perpetuas. Como recompensa, desde entonces la Autoridad Palestina ha pagado a los terroristas unos 4.3 millones de shekels ($1.2 millones de dólares aproximadamente), según reportó la organización Palestinian Media Watch.
Adballah Barghouti fue condenado a 67 cadenas perpetuas e Ibrahim Hamed a 54, una por cada víctima asesinada. Hasta junio de 2019, la Autoridad Palestina les había pagado acumulativamente 1.271.000 shekels ($339.862) y continúa pagándoles miles de shekels por mes.
A los otros cuatro terroristas (Wael Qassem, Wassim Abbasi, Alla Aldin Abbasi y Muhammed Odeh) les han pagado más de 770.000 shekels ($220.733) desde su arresto en agosto de 2002. Actualmente, cada uno de ellos recibe 7.300 shekels ($1.951) por mes.
Al aprobar la Ley de Prisioneros y Prisioneros Liberados en 2004 la Autoridad Palestina se “obligó” a pagar salarios mensuales a los terroristas encarcelados y, a pesar de la crisis económica que enfrenta el gobierno palestino, su presidente Mahmoud Abbas ha incrementado repetidas veces las recompensas a los terroristas y sus familiares.
El sistema de recompensas de la Autoridad Palestina establece un monto que va en incremento acorde a diferentes parámetros y, en especial, otorga una remuneración más significativa a los terroristas que hayan logrado asesinar a una mayor cantidad de personas.