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La solución de Beyeonics de Israel da imágenes mejoradas y realidad aumentada a cirujanos oculares para que hagan operaciones más precisas con menos dolor de espalda.

Por Brian Blum

Dato curioso: los pilotos de las fuerzas aéreas modernas usan gafas sofisticadas para controlar sus aviones con gestos y proyecciones de realidad aumentada.

Con esta realidad, la startup Beyeonics busca llevar esos tipos de “altísimas pantallas de visualización frontal” a las salas de operaciones de los hospitales.

Las pantallas montadas en la cabeza han sido parte de la aviación militar durante casi 50 años. Por lo tanto, no será una sorpresa que el sistema de quirófano de alerta que está desarrollando Beyeonics tuviera su inicio junto el contratista de defensa israelí Elbit.

“Los pilotos y médicos tienen muchas similitudes en sus entornos de trabajo. Ambos necesitan un control superior de sus sistemas y una visualización mejorada”, le dijo Ron Schneider, cofundador y director ejecutivo de Beyeonics, a ISRAEL21c en Español.

Schneider trabajó como ingeniero y gerente en Elbit durante más de 13 años. Según él, Elbit es una empresa donde las ideas surgen de los ingenieros y no solo a nivel de gestión.

“Esta idea surgió de mí y otros colegas de la empresa desde el nivel del suelo. Cuando hay una buena idea, esta es una compañía que sabe cómo realizarla”, indicó el ejecutivo.

En 2011, Schneider y su equipo en Elbit comenzaron a desarrollar auriculares quirúrgicos para el quirófano. En 2018, Beyeonics se escindió como una entidad propia.

Desde entonces, la compañía recaudó unos 60 millones de dólares y tiene 90 empleados. En la actualidad, Elbit sigue siendo el mayor accionista de la compañía, pero los inversores también incluyen al gigante médico Johnson & Johnson.

Beyeonics One

El primer producto, Beyeonics One, está destinado a cirujanos oftálmicos aunque Schneider ya planea un segundo uso: la cirugía de columna.

Para la cirugía ocular, el sistema implica la instalación de una cámara digital 3D conocida como “exoscopio oftálmico” sobre la mesa de operaciones.

Al ponerse el auricular quirúrgico y la unidad de control, los cirujanos pueden ver todo lo que verían normalmente a simple vista, y algo más.

La imagen se puede ampliar y la información externa puede ser recuperada según sea necesario. Esa es la parte de la realidad aumentada.

Pequeños movimientos de la cabeza le permiten al cirujano alternar entre menús, hacer zoom en la imagen hasta 20x, cambiar el foco y más.
Beyeonics trabaja en un sistema de seguimiento ocular que hará que el sistema sea aún más preciso.

“Por ejemplo, en la cirugía de cataratas, cuando un cirujano necesita colocar una lente artificial en el ojo, podemos proporcionarle marcadores digitales en la pantalla para ayudarlo a alinear las nuevas lentes para lograr una visión 20/20. Y podemos realzar el color para ver mejor la anatomía y ver tejidos que son transparentes. Y debido a que el sistema está conectado a través de la nube, se puede acceder a material educativo adicional de forma remota”, explicó Schneider.

La conexión a la nube también le permite consultar con un médico fuera del lugar, quizás ni siquiera en la misma zona horaria, durante la cirugía, lo que le brinda al consultor externo acceso de audio y video al procedimiento.

Reducir la fatiga del cirujano

Schneider enfatizó que al superponer la información de diagnóstico recopilada antes de la cirugía, los cirujanos tendrán todo lo que necesitan para tomar mejores decisiones, lo que dará como resultado resultados superiores.

“Algunas cirugías son más difíciles que otras y, por lo tanto, necesitan más información. Los lentes más costosos para astigmatismo o multifocales son más difíciles de colocar, por lo que el cirujano necesita datos muy precisos. Es como tener algo como las capacidades de navegación de Waze dentro del ojo. Tomamos las herramientas que un cirujano tiene hoy y las llevamos al dominio digital”, señaló el directivo.

Schneider añadió que el control de la cabeza es preferible a la forma en que los cirujanos oftálmicos manipulan su equipo hoy en día (a mano o con un pedal).

Y la unidad relativamente liviana reduce el dolor de espalda y cuello de los cirujanos, lo que les permite moverse con libertas en lugar de tener que inclinarse sobre el paciente durante largos períodos de tiempo.

Este no es un algo trivial: un meta análisis de ergonomía quirúrgica de 2018 publicado en Annals of Medicine and Surgery reveló que el 68 por ciento de los cirujanos (no solo los oftalmólogos) experimentan dolor al operar.

“La primera vez que un cirujano usa el sistema, obtenemos este efecto de ‘guau, es buenísimo’. Y sí, es un alivio tremendo”, afirmó orgulloso Schneider.
Un cirujano cansado simplemente no es tan efectivo, algo que ningún paciente quiere.

“No importa cómo sostenga la cabeza, puedo girarla, doblarla o inclinarme hacia atrás. Puedo pararme, mirar en todas direcciones y la imagen siempre está ahí. Los movimientos específicos de la cabeza controlan el zoom, la ampliación, el enfoque y el aumento o disminución de la luz”, señaló la doctora Anat Loewenstein, jefa de oftalmología en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, que probó Beyeonics One de forma exhaustiva.

Loewenstein agregó que uno de los especialistas en córnea del centro médico recientemente utilizó Beyeonics One en la sala de operaciones. “Dijo que era la primera vez que terminaba el trasplante sin dolor de espalda”, remarcó.

Schneider manifestó que en general los cirujanos normalmente necesitan hasta 30 minutos de entrenamiento para sentirse cómodos usando el sistema.

Ventas en EEUU

Beyeonics se asoció con la compañía oftálmica global BVI Medical, que comercializa y distribuye productos en 115 países para vender Beyeonics One en EEUU, el primer territorio objetivo.
El producto ya cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos estadounidense (FDA) y es por ello que las ventas ya han comenzado.

“Irónicamente, dado el lugar donde se encuentra Beyeonics, Israel todavía no tiene la infraestructura para respaldar el sistema”, dijo Schneider, que añadió que en estos días la compañía no está tratando de ingresar al mercado local.

Finalmente, Schneider describió a Beyeonics como una “plataforma” en la que se pueden ejecutar aplicaciones de software: “Creamos un sistema de capacitación para cirujanos que puede crecer a medida que se instalan aplicaciones, al igual que el iPhone. El hardware es sólido pero su verdadero poder proviene de las aplicaciones”.

Eso debería ayudar a la empresa cuando vaya más allá de la oftalmología y se dirija a la cirugía de columna.

Para ver más de cerca el futuro de la cirugía ocular al estilo Beyeonics, clic aquí.

Fuente: ISRAEL21c

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