¿Cuánto duran los anticuerpos? ¿Quiénes son los más afectados? ¿Las dosis protegen contra la variante Delta? Estos son los últimos hallazgos científicos en Israel.
Por Abigail Klein Leichman
Israel, líder mundial en vacunar a sus ciudadanos, es hoy también un centro de investigación innovadora sobre los efectos y la eficacia de la vacuna Pfizer-BioNTech contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2.
Preguntas como de qué forma la vacuna resistió a la cepa original de Wuhan, luego a las variantes británica y sudafricana y ahora a la Delta, cuánto duran los anticuerpos o qué sectores de la población sufren los peores cuadros y en cuáles las vacunas son menos eficaces, entre otras, están siendo investigadas en laboratorios del país.
Aquí presentamos un resumen de una reciente investigación publicada en mayo, junio y julio:
Los niveles de anticuerpos de COVID-19 varían según la edad y el sexo. Así lo informaron Noam Shomron, investigador genómico computacional de la Universidad de Tel Aviv y la doctora Adina Bar Chaim del Centro Médico Shamir.
Un análisis de más de 26.000 muestras de sangre mostró que las mujeres infectadas con síntomas tienen la reacción inmune más fuerte después de los 50 años. Los hombres infectados sintomáticos tienen la mayor inmunidad alrededor de los 35 años. Los científicos creen que las hormonas explican estas diferencias pero también notaron que la respuesta inmune fue cuatro veces más fuerte en las personas vacunadas que en los pacientes recuperados de COVID-19.
Un estudio en 17 hospitales reveló que las personas de la tercera edad con más afecciones médicas subyacentes e inmunosupresión son más proclives a la infección por coronavirus y a sufrir un caso grave de COVID-19 incluso después de estar doblemente vacunadas.
La investigación fue dirigida por el doctor Tal Brosh, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del Hospital Samson Assuta de Ashdod.
Las vacunas de ARNm como la de Pfizer no tienen un impacto negativo en la fertilidad. Así lo indicó un estudio observacional publicado en Reproductive Biology and Endocrinology, que fue dirigido por el doctor Raoul Orvieto, director de la Clínica de Fertilidad de FIV del Centro Médico Sheba.
En la investigación, las parejas completamente vacunadas no mostraron diferencias en la calidad del esperma, el volumen del semen, la estimulación ovárica o la proporción de embriones de alta calidad en comparación con sus ciclos de fertilidad asistida previos a la vacunación.
Cuando todas las personas que viven en un mismo hogar están vacunadas, las probabilidades de que cualquiera de ellas contraiga COVID-19 se reducen del 57 al 4 por ciento, según un estudio llevado a cabo por el Centro Médico Sheba en colaboración con el Instituto Pasteur y la Universidad de la Sorbona de Francia. Incluso cuando solo un miembro del hogar fue inoculado con la vacuna Pfizer, el riesgo para los miembros del hogar no vacunados se redujo de forma significativa.
A comienzos de julio, el Ministerio de Salud de Israel informó sobre una disminución en la eficacia de la vacuna Pfizer para prevenir infecciones y enfermedades sintomáticas. El número cayó de un máximo del 95 por ciento informado en mayo al 64 por ciento. Este es, posiblemente, un efecto relacionado con la llegada de la variante Delta a Israel.
Un informe publicado el 22 de julio mostró que el porcentaje de efectividad contra infecciones y enfermedades sintomáticas se había reducido a cerca del 40 por ciento, quizás porque las vacunas administradas en enero y febrero comenzaron a desaparecer con el tiempo.
Si bien la investigación de principios de julio halló que la vacuna era 93 por ciento efectiva para prevenir enfermedades graves por COVID-19, a fines de mes ese índice comenzó a bajar al 91 por ciento. Por otra parte, el ministerio observó que las personas sanas vacunadas tienen al menos un tercio menos de posibilidades de desarrollar una infección grave por COVID-19 que aquellas sanas no vacunadas.
El análisis de los registros médicos de decenas de miles de socios del Fondo de Salud Leumit (uno de los cuatro servicios de salud de Israel) indica que las personas vacunadas antes de finales de febrero tienen ahora el doble de probabilidades de experimentar una infección del SARS-CoV-2 que las personas vacunadas desde fines de febrero. Se desconoce si esto se debe a que la mayoría de los primeros vacunados eran personas mayores o tenían problemas de salud crónicos, o porque el efecto de la vacuna Pfizer puede disminuir con el tiempo.
Un panel de investigadores israelíes le informó al Ministerio de Salud que se han observado casos raros de miocarditis, una inflamación del músculo cardíaco, en hombres menores de 25 años luego de recibir la segunda dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19. La mayoría de los casos fueron leves y mejoraron en unas pocas semanas.
Datos publicados a fines de julio por el Ministerio de Salud indicaron que el 80 por ciento de las personas vacunadas que sufrieron infecciones graves por COVID-19 no infectaron a otras con las que entraron en contacto en lugares públicos como conciertos, restaurantes, gimnasios o salones de fiestas o eventos.
El doctor Rifaat Safadi, director de la Unidad de Hígado del Centro Médico de la Universidad Hebrea Hadassah Ein Kerem en Jerusalén, descubrió que los pacientes con trasplante de hígado y enfermedades hepáticas avanzadas tenían una respuesta débil a la vacuna Pfizer COVID-19. Así lo indicó en el estudio publicado Helio Hepatology.
La eficacia de la vacuna fue menor en pacientes mayores y en aquellos más gravemente enfermos.
Fuente: ISRAEL21c