Desde el 2019, el pueblo del Líbano ha sufrido la peor crisis económica y de salud del país en décadas. Los precios de los alimentos, el combustible y los artículos para el hogar se han descontrolado y los civiles tienen acceso limitado a toda necesidad.
En un esfuerzo por oponerse la situación, el pueblo del Líbano ha participado continuamente en protestas contra la corrupción tanto de Hezbolá como del gobierno mismo.
Mientras el pueblo del Líbano vive sin necesidades básicas, Irán envía al grupo terrorista libanés Hezbolá suministros de armamento y cientos de millones de dólares al año para financiar el terrorismo.
Es hora de que el gobierno libanés ponga fin a la violecia de Hezbolá contra Israel y, en cambio, invierta en el pueblo del Líbano.