Incendios masivos en todo el país obligaron la semana pasada a 3,500 personas a abandonar sus hogares. El fuego llegó a devastar una comunidad en el centro de Israel.
Más de 1,300 bomberos y 300 voluntarios participaron en la Operación «Fuego Caliente» para combatir los incendios forestales que se desataron en varios lugares de Israel el jueves y viernes de la semana pasada, cuando las temperaturas alcanzaron los 45 grados centígrados en algunas áreas, junto con fuertes vientos.
Unos 32,000 acres y 50 casas en la comunidad de Mevo Modi’im y Kibbutz Harel en el centro del país fueron devastadas por el fuego.
No hubo heridos de gravedad.
Este fue el trágico y devastador resultado del incendio.