Mapas antiguos revelan que ‘Palestina’ ha sido históricamente utilizado como un término geográfico, no como el nombre de una nación o estado.
Después de la rebelión fallida de Bar Kokhba en el segundo siglo CE, el emperador romano Hadrian asignó el nombre Palastina, para los propósitos de la administración, a la región que era antes el reino de Judea, en un intento por desconectar la tierra de su pasado judío.
De hecho, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), formada en 1964, no buscó liberar a los árabes en Judea y Samaria (Cisjordania) y Gaza. En ese momento, se consideraban árabes jordanos y egipcios, respectivamente.
Echa un vistazo a cómo estos históricos mapas muestran la verdad de la conexión judía con la tierra de Israel.