En julio, un equipo de arqueólogos israelíes, lituanos y estadounidenses desenterraron los restos de dos baños rituales que fueron utilizados por los congregantes en la Gran Sinagoga de Vilna, hoy la capital de Lituania.
Esta sinagoga, que estuvo en el corazón de la gran comunidad judía de Vilna durante cientos de años, fue completamente destruida durante el Holocausto.
La historia judía es imposible eliminarla.