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Un emotivo momento se vivió el pasado viernes durante el funeral del rabino israelí Yehudá Leib Rubin, quien falleció a los 27 años durante la estampida mortal en el monte Merón en la madrugada de ese día.

Yehudá dejó una esposa y 3 hijos, de los cuales el menor, Yonatan, de apenas 4 años, recitó el Kadish durante su funeral, en imágenes que captaron la tragedia y el dolor súbito que las 45 víctimas mortales dejaron a nivel nacional.

En comentarios este domingo al Canal 12 israelí, el cuñado de Leib Rubin, Abrami Deutsch, dijo: “Yehudá era el décimo y el más joven de sus hermanos, ni siquiera sé cómo llamarlo: niño, joven, padre, Avrej.

“Siempre fue feliz e inteligente con una sonrisa en su rostro. Tuvo un talento especial que se reflejó en su estudio de la Torá, un campo en el que se desarrolló mucho e incluso dio clases en una Yeshivá”, agregó.

Abrami Deutsch aseguró que algunos en la familia aún no digieren la repentina muerte de Leib Rubin.

“Durante el funeral estuve con Yonatan, de 4 años, y le pregunté si quería despedirse de su papá, pero me dijo: ‘No me quiero despedir de mi papá, porque él nos prepara chocolate en la mañana’. Eso es exactamente lo que hacía Yehudá. Preparaba chocolate para los niños, preparaba comida para Shabat, limpiaba la casa y ayudaba a Nejami con todo. Crio a sus hijos con el entendimiento de que todos colaboraran”.