Tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) demolieron la vivienda del terrorista Muntasir Shalabi, en la opulenta localidad de Turmus Ayya, al noreste de Ramallah, en Cisjordania.
Fuente: Aurora
Shalabi, de 44 años, ha sido imputado por el asesinato, el 2 de mayo pasado, de Yehuda Guetta de 19 años, en el cruce Tapuaj de Samaria (norte de Cisjordania). En el atentado perpetrado con un arma de fuego resultaron heridos otros dos adolescentes israelíes, uno de ellos de gravedad.
Las FDI indicaron que durante la demolición alrededor de 200 palestinos arrojaron piedras y petardos contra las tropas israelíes que respondieron con gas lacrimógeno y otras medidas antidisturbios.
Shalabi está siendo procesado en el Tribunal Militar de Judea bajo los cargos de homicidio intencional, intento de homicidio, posesión y uso ilegal de armas de fuego, y obstrucción a la justicia.
El terrorista, padre de siete hijos, atacó a balazos desde su vehículo a un grupo de estudiantes que esperaban el autobús en el cruce Tapuaj, cerca de la academia rabínica (yeshivá) del asentamiento de Itamar.
Eventualmente, fue detenido tres días después, tras una intensa pesquisa.
La demolición fue llevada a cabo tras el rechazo de una apelación presentada ante la Corte Suprema de Justicia.
Hamoked, una organización de derechos humanos que presentó el recurso, argumentó que Shalabi estuvo internado en el pasado en un establecimiento psiquiátrico y que le habían recetado medicamentos antipsicóticos.
También alegó que Shalabi no reside en esa vivienda, que está separado de su esposa y que solamente mora allí durante sus visitas anuales de un mes; mientras que el resto del año lo pasa en Estados Unidos.
Según el Canal 14, el Gobierno de Estados Unidos había pedido al Ministerio de Defensa que se abstuviera de destruir la vivienda de Shalabi.
Tanto Shalabi como su esposa, Sanaa, de 40 años, y sus tres hijos, gozan de ciudadanía estadounidense.
La Embajada de Estados Unidos en Jerusalén condenó la medida
«Creemos que es fundamental que todas las partes se abstengan de dar pasos unilaterales que exacerben las tensiones y socaven los esfuerzos para avanzar en una solución negociada de dos estados. Esto ciertamente incluye la demolición punitiva de viviendas palestinas», apuntó la legación norteamericana.
«Como dijimos en numerosas ocasiones, la casa de toda una familia no debe ser demolida por las acciones de una sola persona”.