En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial muchos nazis habían logrado escapar, entre ellos el Doctor Josef Mengele, quien había realizado cientos de experimentos médicos con cientos de prisioneros.
Mengele disfrutaba de una vida tranquila en el continente americano, pero en 1959 las cosas cambiaron. El centro dedicado a la búsqueda de ex oficiales nazis Simón Wiesenthal encontró el acta de divorcio entre Mengele y su primera esposa Irene, lo que indicaba que, al contrario de lo que se pensaba, Mengele seguía con vida, además de ello, en aquella acta de divorcio estaba escrita una dirección en Argentina.
El servicio de inteligencia israelí del Mossad se unió a la investigación, pero aquella pista resultó para los caza nazis una gran decepción, pues adelantándose a quienes lo querían arrestar, Mengele ya había emigrado, esta vez a Paraguay.