El presidente checo expresó su firme apoyo a Israel y su solución para la paz en el Medio Oriente: desarmar a las organizaciones terroristas Hamas y Hezbollah.
La República Checa es un aliado israelí cercano. Fue el único país europeo que votó en 2012 para rechazar la resolución que elevaba el estatus de las Naciones Unidas de los palestinos a un estado observador no miembro.
Un parlamentario británico cuestionó al presidente checo, Milos Zeman, acerca de su política hacia Israel y le preguntó qué puede hacer Zeman para llevar la paz a Medio Oriente.
Zeman mostró su apoyo inequívoco al estado judío con una respuesta brillante.
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