Dos primos, separados por la persecución nazi durante la invasión alemana a Rumania, tomaron caminos diferentes que los condujeron a refugios seguros en dos países distintos, no sin antes sufrir los horrores que caracterizaron la huida forzada por el azote germánico en Europa.
Fuente: Aurora
Ahora, 75 años después, lograron reunirse, en una historia emotiva reportada por el portal israelí Mako.
Simón Phippeen tenía ocho años y se vio obligado a escapar hacia los bosques con su hermanita. Simón fue separado de su primo y amigo entrañable, Morris Sneh, de diez años, quien hubo de tomar un camino diferente mientras corría por su vida junto a su familia.
Luego de una agotadora y peligrosa jornada, Simón y su hermana lograron arribar seguros a Francia y luego a Inglaterra, donde fueron adoptados por familias del lugar. Con los años, Simón tuvo una familia y vivió una vida ocultando el horror de su pasado vivido durante el Holocausto y su origen judío, hasta que un día, hace once años, decidió revelar a los suyos el secreto y les contó toda su historia.
Su nieta, Gemma, se propuso entonces ayudar a su abuelo a recuperar la parte buena de esa historia y restablecer el contacto con la familia que pudiera haber sobrevivido, a pesar de que Simón estaba convencido de que su familia entera había sido exterminada por los nazis. Los registros en Rumania carecían de información relacionada con la familia de su abuelo y Yad Vashem lo tenía reportado como asesinado en el Holocausto.
Fue así como, con el uso de Facebook y esgrimiendo una tenacidad impulsada por una intangible e inexplicable conexión familiar, logró contactar con personas que se encontraban en la misma odisea y luego de mucho tiempo logró dar con el paradero de su primo Morris, quien a la postre también tenía familiares embarcados en el mismo desesperado empeño de Gemma.
Morris, que había emprendido una penosa travesía en los bosques que terminó con la vida de dos de sus hermanos menores, arribó con el resto de su familia a Italia para luego emigrar a Israel, sin tener conocimiento del destino del resto de su familia, separada durante la huida. Al momento de conocer la noticia de que sus primos Simón y su hermanita habían sobrevivido, Morris y toda la familia en Israel experimentó gran alegría y sorpresa por el descubrimiento de que tenían más primos.
Setenta y cinco años después, los primos Simón y Morris, junto a sus nietos, se reunieron en Israel en un emotivo encuentro lleno de lágrimas arrancadas tanto por la alegría como por la tristeza, y de angustiosos recuerdos y dulces memorias.