A los niños palestinos se les enseñan mentiras sobre la historia de Jerusalem lo que lleva al odio y la violencia contra los judíos.
Ignorando miles de años de historia e innumerables hallazgos arqueológicos, el liderazgo palestino manipula a sus propios hijos sobre los hechos relacionados con Jerusalem y la profunda conexión del pueblo judío con la Ciudad Santa.
Un niño palestino de pie en un patio de recreo dice en un programa de televisión oficial de la Autoridad Palestina que Jerusalem está «ocupada» por Israel. A su vez dice que la ciudad es santa para musulmanes y cristianos, pero no menciona la profunda conexión judía con su capital eterna.
Los palestinos «están exigiendo su liberación», declara.
El mundo debería indignarse de que se alimente con mentiras a niños palestinos inocentes, especialmente cuando el resultado es odio, antisemitismo y violencia.