Los arqueólogos descubrieron un baño ritual en Jerusalem que data de 2.000 años para el período del Segundo Templo. Varias pinturas murales altamente significativas y cerámica revelan la vida en el antiguo mundo judío.
Durante la construcción de un jardín de infantes, se descubrió un baño ritual antiguo, o mikve, que data del siglo I dC en una cueva subterránea en Jerusalem. Hubo numerosas pinturas e inscripciones misteriosas en las paredes. Escrito en el barro y hollín, las inscripciones en lengua aramea se escriben en una escritura hebrea que era habitual durante el período del Segundo Templo.
Este descubrimiento proporciona un eslabón más a la conexión entre el pueblo judío y la ciudad santa de Jerusalem, la capital eterna de Israel.