El Embajador israelí Daniel Shapiro ve de primera mano el papel que juega Israel en el avance de la seguridad de Estados Unidos y cómo ayuda a salvar miles de vidas estadounidenses.
Encerrado en las colinas del norte de Israel, se encuentra un pequeño kibbutz con un trabajo grande. Allí, una compañía llamada Plasan hace productos de hardware relacionados con la seguridad.
El embajador llegó a ver toda la gama de productos producidos allí, incluyendo el blindaje reactivo y prendas especialmente diseñadas como chalecos antibalas y mucho más! Hasta ahora Plasan ha entregado más de 8.000 kits de blindaje a las unidades estadounidenses en servicio activo.
Otro aspecto de este kibutz es su programa de teatro llamado «Bereshit L’Shalom» (Comienzo de la Paz). Este grupo reúne a niños de todo Israel a través del teatro y la danza, y destaca las similitudes – no diferencias – de toda la humanidad.
El Embajador Shapiro estaba muy impresionado con ambas caras del kibutz.