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Mientras que el boom del urbanismo global ha diezmado la población mundial de abejas melíferas, que juegan un papel crucial en la producción de alimentos, Israel está haciendo su parte para revertir esta tendencia.

Se estima que los humanos solo podrían sobrevivir durante cuatro años sin abejas porque la polinización cruzada de estas criaturas es una etapa esencial en la producción del suministro mundial de alimentos.

En todo el mundo, la cantidad de flores de néctar y de abejas está disminuyendo a un ritmo alarmante, una tendencia preocupante.

Con 100.000 árboles plantados y 110,000 colmenas activas atendidas por 510 apicultores, Israel está ayudando a proteger al mundo contra el hambre mundial de la manera más inesperada.

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