La comunidad judía de Gush Etzion organizó una sesión de oración pública por la paz y la unidad y para la recuperación de las víctimas árabes heridas.
Cuando un niño musulmán palestino fue asesinado por un terrorista que dejó su casa en llamas, el pueblo de Israel reaccionó con efusión, y trasmitió a los palestinos cariño, solidaridad y amor. Entre los esfuerzos realizados por la comunidad judía de Gush Etzion en Judea y Samaria fue la organización de una sesión de oración, a la que también se invitó a los musulmanes.
El terror y el asesinato son la «antítesis» de la fe judía, declaró un un representante judío.