Ahlam Tamimi, liberada de la prisión después de matar a 16 personas en el atentado del restaurante Sbarro en Jerusalem, está decepcionada por no haber asesinado a más judíos.
Documentos oficiales de la ONU afirman que «el terrorismo florece en ambientes de desesperación, humillación, pobreza, [y] opresión política».
Ahlam Tamimi, sin embargo, nació en Al-Zarqa, Jordania, una nación que Israel nunca ha ocupado y donde se prohíbe a los judíos poseer propiedades. Habla muy bien inglés y viajó al extranjero, a Israel, para asistir a la universidad.
No estaba desesperada, ni humillada, ni empobrecida ni oprimida. Sin embargo aquel día pasó cerca de la policía fronteriza israelí para hacerles pensar que ella era una turista occidental para conseguir que su cómplice terrorista suicida cometiera una verdadera masacre en un conocido restaurante en Jerusalem.
Después de ser liberada de la prisión como parte de un intercambio de prisioneros, ella fue a la televisión para decir que siente mucho que no pudo asesinar a más judíos.