A truck being towed up the Burma road to Jerusalem. (PINN HANS Ykantor Ykantor/Wikipedia) (PINN HANS Ykantor Ykantor/Wikipedia)

En 1948, tras la Declaración de Independencia de Israel, comenzó una de las guerras más desiguales de toda la historia.

Las hostilidades venían desde varios meses atrás, pero ese día y en cumplimiento de sus amenazas, los árabes lanzaron un ataque coordinado contra el recién nacido Estado Judío.

Para sorpresa de todos, no movilizaron a todas las tropas que tenían a su disposición. El resultado fue bizarro: árabes e israelíes combatieron en igualdad de números en cuanto a la infantería, si bien era evidente la superioridad de la artillería árabe.

Contra todos los pronósticos, Israel ganó esa guerra. Además, lo hizo de manera contundente. Con ello se cerró un complejo proceso en el que los éxitos judíos y sionistas se lograron de un modo que muchos han considerado “milagroso”.

Irving Gatell nos cuenta de todas aquellas ocasiones en las que este desenlace estuvo a punto de frustrarse, y la historia del moderno Israel pudo haberse convertido en una historia que no fue.

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