En la noche del 5 al 6 de septiembre de 2007, aviones de combate israelíes atacaron el reactor nuclear en avanzado estado de construcción en la zona de Deir al-Zor en Siria.
Los cuatro F-16 eliminaron la amenaza nuclear que pendía sobre Israel y toda la región.
Hace unos meses, Israel por fin reconoció que fueron los soldados del Ejército de Defensa del país, los que realizaron con éxito el ataque. Durante 10 años, Israel no reconoció ni negó su autoria, aunque la mayoría de los entendidos en la materia daban por hecho que el autor de este gran éxito, que salvó tantas vidas, era Israel.
Hoy recordamos esta maravilla que hizo temblar a Siria.