Cuando era una adolescente, Adi Altschuler fundó una organización israelí que crea oportunidades sociales para niños discapacitados de todos los orígenes.

Con solo 12 años de edad, Adi Altschuler comenzó a ofrecerse como voluntario para ayudar a niños con discapacidades físicas, y finalmente comenzó a dar clases particulares al difunto Kobi Kfir, un niño de tres años con Parálisis Cerebral.

Mientras Altschuler consideraba que Kobi era como un hermano para ella, notó que la mayoría de los niños con discapacidades no podían formar tales amistades.

Para cuando Adi tenía 16 años, estaba decidida a ayudar a los niños discapacitados a triunfar socialmente, formando el primer movimiento juvenil en Israel para formar un puente entre los jóvenes con y sin necesidades especiales.

La organización, llamada «Alas de Krembo», ahora tiene 63 sucursales a través de las cuales 6.000 niños y jóvenes de diversos orígenes culturales, religiosos y socioeconómicos encuentran un alivio del aislamiento social que puede afectar a los jóvenes con discapacidades.

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