Maddy Gun, nieta de un sobreviviente del Holocausto, no podía creer lo que veía cuando vio que alguien había quitado de su puerta una mezuzá, un pequeño pedazo de pergamino encerrado en una caja que está pegada a las jambas de las casas judías en de acuerdo con la ley ritual.
La mezuzá fue «arrancada de la puerta de su dormitorio en un incidente antisemita», informó StandwithUs.
Sin embargo, cuando la policía atrapó al autor, esta valiente joven buscó una solución mucho más poderosa que simplemente buscar el castigo.
¡Esta mujer es increíble!