Ya en 2013, antes de convertirse en político, el presidente electo Donald Trump, declaró su apoyo a Israel y su admiración por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
El famoso multimillonario y empresario, Trump participó en un vídeo donde mostraba su apoyo a Netanyahu y al Likud en las elecciones generales de Israel del año 2013.
Trump alabó a Netanyahu como un líder fuerte, diciendo que era exactamente lo que Israel necesitaba.
Durante la campaña presidencial de 2016 de Estados Unidos, Netanyahu se negó a involucrarse con cualquier candidato.
Netanyahu fue el primer líder mundial en llamar y felicitar al presidente entrante por su victoria. A cambio, Trump invitó al primer ministro israelí a reunirse con él en Washington.