Un sistema israelí recientemente desarrollado desinfecta las habitaciones con luz ultravioleta, que es mortal para los gérmenes COVID-19 pero seguro para los pacientes o el personal médico.
Como parte de la batalla de Israel contra el coronavirus, el Centro Médico Mayanei Hayeshua instaló un sistema que destruye el virus en áreas en las que los pacientes infectados reciben tratamiento.
La estrategia utiliza luz ultravioleta C (UVC), que mata el coronavirus, pero no daña a las personas expuestas a él.
Si bien las luces UV se habían utilizado previamente para desinfectar las salas de operaciones, su producción de moléculas de ozono peligrosas impidió su uso en la lucha contra el coronavirus. El nuevo sistema UVC de Israel utiliza una longitud de onda que no produce ozono, lo que lo convierte en un agente esterilizante seguro y efectivo para pacientes con problemas respiratorios.