(Foto: Centro Médico Rambam)

La pandemia del Coronavirus golpea fuerte en Israel pero la vida continúa y hasta lograr depararnos pequeños grandes momentos de felicidad. Esto es lo que le sucedió a Michelle Shlomovitz que se desempeñó durante 37 años como enfermera en el Centro Médico Rambam, quien en los últimos 17 años tuvo a su cargo uno de los departamentos de parturientas.

Por: Ana Jerozolimski, Semanario Hebreo Jai

Este domingo Michelle se jubiló y antes de finalizar su última guardia, volvió-según nos contaron del Rambam- a su lugar preferido: la sala de partos.

Acompañada por la enfermera Lea Tataro, la jefa de enfermeras en la sala de partos, Michelle volvió por un corto rato a sus singulares vivencias en los años en los que su trabajo central era precisamente como partera. Esta vez, por los años transcurridos, no lo hizo sola sino junto con su colega Lea. Juntas trajeron al mundo a la bebita de Najem Shadde de la localidad árabe israelí Jdeide-Maker, en un parto normal sin ningún inconveniente.

Najem Shadde y su esposo, con su bebita recién nacida, junto a Michelle y Lea, las dos parteras que la asistieron en el parto

 

Michelle estaba agradecida por la vivencia singular con la que terminó su largos años de trabajo en el Rambam. “Para mí fue una forma especialmente emocionante de cerar un círculo. Hace muchos años yo fui la instructora de Lea y ahora me sumé a ella para traer a una bebé al mundo. Indescriptible”, contó.

Y Najem, la joven madre, que acababa de dar a luz por cuarta vez, contó que la emoción de Michelle le resultó contagiosa. “Me alegra que mi experiencia de dar a luz fue significativa también para otra persona”, comentó.

Fotos: Centro Médico Rambam