Luego de que su madre enfermara, el científico informático Dean Bitan fundó Imagene, una empresa que usa IA para hallar biomarcadores y dar orientación personalizada.
Por Brian Blum
Cuando a la madre de Dean Bitan le diagnosticaron cáncer de mama en etapa 4, este empresario de Israel quedó devastado.
“Deja tus emociones de lado y actúa como si este fuera otro proyecto tuyo”, le dijo su mejor amigo.
Bitan afirmó que al estar en eso junto a su madre aprendió mucho sobre las brechas en términos de tratamiento. “Sabía que podíamos y debíamos hacerlo mejor. Así que eso es lo que decidí que iba a hacer”, le contó a ISRAEL21c en Español.
Lamentablemente, la mamá de Bitan falleció hace dos años pero el resultado de la fortaleza del emprendedor seguro enorgullecería a cualquier madre judía.
Imagene, la startup de Bitan fundada en 2020 con Jonathan Zalach y Shahar Porat, desarrolló una tecnología que puede realizar un análisis molecular completo en una imagen de biopsia digitalizada en tiempo real y arrojar un resultado en minutos en vez de esperar semanas tal como ocurre en la actualidad.
Y para ello, claro está, usa inteligencia artificial (IA).
Bitan explicó que esta tiene como objetivo “democratizar” la medicina personalizada al permitir que los oncólogos obtengan un diagnóstico preciso y luego inicien un plan de terapia dirigido con precisión mucho antes que nunca.
A principios de este año Larry Ellison, fundador de Oracle, lideró una inversión Serie A de 21,5 millones de dólares en la empresa.
La participación de Ellison no es descabellada: en 2016 él y el doctor David Agus fundaron el Instituto de Medicina Transformativa con el objetivo de impulsar la investigación interdisciplinaria centrada en el paciente.
Agus quedó tan impresionado con la tecnología de Imagene que decidió sentarse en el directorio de la compañía.
Ayudar a los médicos
La IA de Imagene busca biomarcadores en una imagen de biopsia digitalizada para ayudar a los patólogos a clasificar un tumor como canceroso o no y, de ser así, de qué tipo.
Este es un gran paso después de colocar un portaobjetos de tejido bajo un microscopio y examinarlo de forma manual.
El software de la empresa se puede integrar al flujo de trabajo actual del médico especialista. “Somos independientes de su configuración. No queremos agregar ningún esfuerzo a estos médicos”, reconoció Bitan.
El flujo de trabajo con Imagen dentro se ve así:
Gráfico cortesía de Imagene
Los informes de Imagene resumen los descubrimientos y señalan los biomarcadores procesables. incluidos aquellos que coinciden con las terapias dirigidas y los ensayos clínicos relevantes.
La empresa desarrolló modelos que pueden verificar 28 biomarcadores en ocho órganos, incluidos los pulmones, tiroides, senos y ovarios (hay más en camino).
“En promedio, nuestra especificidad y sensibilidad son más del 95 por ciento. Hoy, solo cerca del 15 por ciento de los pacientes serán diagnosticados con un biomarcador que pueda conducir a una terapia de medicina de precisión. La meta es ampliar los límites de la medicina de precisión, hacerla más accesible y disponible”, le dijo Bitan a ISRAEL21c en Español.
Para el emprendedor, incluso en EEUU hay una gran brecha entre la calidad de los diagnósticos en un centro académico y un entorno comunitario. “Al identificar biomarcadores procesables, entre el 40 y el 50 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón deberían poder ser diagnosticados”, añadió.
Agus llama “teragnóstico” al enfoque de Imagene. Sería algo así como una combinación de diagnóstico y terapéutica.
Desde todos los ángulos
El primer paso en el análisis de Imagene es definir lo que se ve. “Si me muestran un vaso, esa es la forma del vaso. Pero, ¿y si lo giro? Ahora estoy cambiando la forma. La IA modificó todo el enfoque al enseñarle a la computadora con el ejemplo”, reveló.
De esa forma, Imagene entrena a su IA para que reconozca una mutación en una imagen de biopsia digitalizada mostrándole muchas otras de tejido de biopsia en diferentes ángulos.
Imagene también aborda otro desafío del diagnóstico del cáncer: puede ser difícil recolectar suficiente tejido para hacer una biopsia microscópica tradicional.
Este es el caso con el 20 por ciento de las biopsias de pulmón, según Bitan.
Peor aún, muchos pacientes con cáncer de pulmón no viven el tiempo suficiente como para beneficiarse del examen genómico, que demora entre 14 y 28 días.
Estos desafíos dificultan que las compañías farmacéuticas identifiquen e inscriban a los pacientes en sus pruebas de medicina de precisión.
Es especialmente cierto para los pacientes con enfermedades raras, donde el 26 por ciento de las pruebas finalizan debido a las bajas tasas de acumulación.
“Podemos ayudar a estas empresas con una solución muy rentable que puede evaluar a decenas de pacientes al día sin desperdiciar tejido”, dijo Bitan.
Para dentro de cinco años
El sistema de Imagene aún no tiene autorizaciones regulatorias. En previsión de ingresar al mercado de EEUU, Imagene abrió una pequeña oficina en el área de Filadelfia.
La esperanza de Bitan es que dentro de cinco años los pacientes puedan obtener un diagnóstico integral en el punto de atención y luego discutir de inmediato las opciones de tratamiento personalizado o los ensayos clínicos.
“Hay que imaginarse a lo que se enfrentan los pacientes cuando tienen que esperar a que lleguen los resultados un mes después, y eso si la medicina de precisión y la detección de próxima generación se ofrecen en su área”, remarcó.
La compañía de Tel Aviv tiene 25 empleados y ya colaboró con los centros médicos Sheba y Sourasky de Tel Aviv en Israel, y con varias instalaciones médicas y compañías farmacéuticas fuera del país cuyas identidades son confidenciales.
Bitan, científico informático de formación, obtuvo su título universitario a los 15 años y fue programador informático durante su servicio militar.
De acuerdo con su visión, el diagnóstico rápido de cáncer tiene más que ver con la ingeniería que con la biología: “Cuando se necesitan tantos datos para procesar y responder a la pregunta de si esto es cáncer o no, todo se trata de la forma en que se recopilan los datos y se generan diferentes conocimientos a partir de ellos. Por supuesto, también hacen falta biólogos y médicos pero al final del día, la necesidad es de ingeniería y ciencia de datos”.
En ese sentido, Israel tiene una ventaja real en este tipo de bioconvergencia.
Es un país pequeño donde todos se conocen y donde hay una colaboración regular entre universidades y startups.
“Si añadimos un poco del descaro israelí, en el sentido positivo, eso llevará a muchos empresarios a creer que pueden hacer las cosas de manera diferente”, dijo Bitan. .
Para él, nunca hay que perder de vista al usuario final: “Detrás de todas las conferencias, publicaciones y números hay pacientes reales, y eso es demasiado fácil de olvidar cuando uno mira millones de diapositivas. Cuando reclutamos nuevos empleados, lo más importante es que tengan un fuerte deseo de hacer el bien, de hacer un futuro mejor. Es por eso que fundamos Imagene”.
Antes de finalizar la nota con ISRAEL21c en Español, Bitan recordó que cuando le preguntaron una vez si tenía la oportunidad de sentarse con alguien con quién sería, él respondió: “con el primer paciente al que Imagene le haya salvado la vida. Es por eso que hacemos lo que hacemos”.
Para más información sobre Imagene, clic aquí.
Fuente: ISRAEL21c